De acuerdo con los documentos fiscales, hechos públicos por el equipo de campaña del exvicepresidente, el matrimonio Biden -es decir, Joe y Jill Biden- declaró de manera conjunta ingresos por valor de 944.737 dólares el año pasado, por los que se les aplicó una tasa impositiva del 31% y pagaron 299.346 dólares en impuestos federales.

Por su parte, Harris y su esposo, Douglas Emhoff, generaron unos ingresos de 3.018.127 dólares, principalmente a través de la firma legal de la que él es socio. En total, pagaron 1.185.628 de dólares al fisco, lo que representa una tasa impositiva del 39%.

El gesto de ambos candidatos tuvo lugar a poco más de un mes para los comicios y a escasas horas del primer debate entre Biden y Donald Trump, es decir, en plena campaña electoral. Desde hace años, la tradición dicta que los candidatos a la Casa Blanca divulguen sus declaraciones de impuestos como gesto de transparencia.

Sin embargo, Trump rompió con esa tradición hace ahora cuatro años, cuando, tras prometer que daría a conocer sus impuestos, acabó dando marcha atrás alegando que eran objeto de una auditoría. Desde entonces, el presidente ha evitado revelar su información fiscal e incluso ha pleiteado para evitar que salga a la luz en una serie de procesos judiciales y legislativos que investigan, entre otros asuntos, pagos sospechosos por parte de su campaña en el 2016.

Por el contrario, este lunes Biden recurrió a las redes sociales para celebrar que, con los documentos publicados hoy, ya son 22 los años en que ha hecho públicas sus finanzas.

“El pueblo estadounidense merece transparencia por parte de sus líderes. Es por eso que, al día de hoy, he divulgado 22 años de mis declaraciones de impuestos”, señaló el demócrata en su cuenta oficial de Twitter.

Las palabras de Biden se dan, además, en el marco de la controversia suscitada por la revelación el pasado domingo de presuntos documentos fiscales del mandatario correspondientes a los últimos quince años. En ellos, queda constancia de que Trump apenas pagó impuestos durante ese periodo y destaca que en 2016, cuando el magnate inmobiliario se preparaba para llegar a la Casa Blanca, y en 2017, durante su primer año en el Despacho Oval, apenas pagó 750 dólares anuales.

Trump ha rechazado con vehemencia los reportes y ha asegurado que ha pagado “muchos millones de dólares” en impuestos federales, aunque ha vuelto a rechazar mostrar sus declaraciones porque, según dice, continúan siendo auditadas.

“De hecho, pagué impuestos y lo verán en cuanto mis declaraciones… están siendo auditadas. Han estado bajo auditoría durante hace mucho tiempo”, justificó Trump el domingo en rueda de prensa, poco después de que el diario neoyorquino publicara su reportaje. “La Seguridad Social no me trata bien”, argumentó.