Cuando Jesús nació en Belén de Judea, en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén tres reyes a los cuales les llamaban magos, pues eran sabios astrólogos: Melchor, un anciano blanco con barbas, Gaspar, un joven moreno y Baltasar, un hombre de raza negra. Los tres se preguntaban dónde estaba el rey de los judíos que había nacido.
Cuando el rey Herodes escuchó que se cumpliría la profecía sobre el nacimiento del Rey de los Judíos se enfureció, convocó a los principales sacerdotes del pueblo y les preguntó dónde había de nacer Cristo. Ellos le dijeron: en Belén de Judea, por que así estaba escrito por el profeta. Entonces Herodes, llamó en secreto a los magos y enviándolos a Belén les pidió que averiguaran acerca del niño y cuando lo encontraran se lo hicieran saber, para el también ir a adorarlo. Los magos partieron, luego apareció la estrella que los guiaría, iba delante de ellos, hasta que se detuvo donde yacía el niño Jesús. Cuando entraron al establo, vieron al niño con su madre María y José y postrándose, lo adoraron.
Cada uno le obsequio algo de sus tesoros: oro, representando su naturaleza real; incienso, que representaba su naturaleza divina; y mirra, un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús. Los reyes magos partieron de vuelta a sus tierras, sin embargo tomaron un camino distinto porque en un sueño vieron que no era buena idea regresar por donde Herodes. Esta historia bíblica ha trascendido a lo largo de las generaciones, las religiones y los países. En cada país las tradiciones son distintas, en el nuestro la tradición sugiera que los niños le escriban una carta a los reyes magos y la envíen de diferentes formas, una de ellas es amarrar la carta en un globo que vuele al cielo hasta que llegan las peticiones a las estrellas, en otras partes se utiliza un zapato y ahí se deja la carta para que los reyes la vean por la madrugada y al amanecer los niños tengan su regalos más deseados. Un día previo al 6 de enero, los reyes magos llegan a los hogares de los niños con regalos, para recordar los presentes que estos le ofrecieron al niño Jesús en su nacimiento.