Para muchos, trabajar en oficina jornadas largas significa estar siempre en desequilibrio alimenticio, ya que ven imposible alimentarse correctamente por falta de tiempo, principalmente y prefieren comer comida rápida de la calle o sacar bocadillos de las máquinas expendedoras, que son casi siempre altas en grasas saturadas y pobres en macronutrientes.
La mejor alternativa que podemos proponerte es la de preparar tu comida en casa y llevarla en un “tupper” a donde tú estés. De esta manera tienes la posibilidad de controlar lo que tu comes, además de que es mucho más económico y rápido de elaborar.
Te sugerimos que al levantarte te tomes, mínimo, 30 minutos para desayunar algo ligero y prepares comida para llevar a tu oficina; debes de incluir en tu “tupper” ensalada con verduras de tu elección, carnes blancas como pollo cocido o pescado, arroz, legumbres, frutos secos, frutas de temporada, sopas y purés. Estos alimentos en combinación te llenarán de energía y vitalidad, ya que son bajos en grasas saturadas y altos en vitaminas y minerales. Recuerda que debes cambiarla mucho para que no sea monótona y la abandones.
Ten siempre una botella de agua en la mesa y bebe continuamente durante el día. Esto te ayudará a mantenerte hidratado y evitará que confundas la sed con el hambre, pues es común que suceda esto. A la hora de comer evita las distracciones, no mezcles las horas de trabajo con las de comida; es mejor que dediques, por lo menos, 30 minutos a comer tranquilamente.