Vivimos en una sociedad llena de trastornos mentales, problemas salariales, anarquía y algunas otras calamidades que hacen del mundo un lugar poco apto para mentes vulnerables. Hoy en día muchas personas sufren de depresión y falta de vitamina B12.
Según una información suministrada por el subdirector de información de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la UNAM, en México cerca de 15 de cada 100 habitantes pasa por cuadros depresivos.
El estudio revela que incluso hay quienes no han sido diagnosticados por lo que la cifra puede ser mayor. Para esas personas le da un margen de 15 años sin saber que tienen esa afección y pueden manifestarlo con nostalgia profunda, fobia, ansiedad o con un trágico final producto de la combinación de todas.
Lo más alarmante de todo, es que la sociedad mexicana no está consciente de este problema por lo que que ahora se manifiesta en casi seis millones de niños y adolescentes entre la edad de 12 y 20 años.
Para este grupo social el problema radica en la manifestación de sus estados depresivos que más allá de generar una conducta nostálgica o triste pasa a episodios de violencia sin control.
En estos casos los agresores suelen ser los del sexo masculino que con la combinación hormonal suelen estallar en episodios violentos sin sentido afectado a otros chicos o incluso violentando directamente a las señoritas.
Por otro lado, la nueva generación femenina también presenta cuadros depresivos severos que se manifiestan en profunda tristeza, nostalgia y conducta retraída. Para estos casos la vulnerabilidad suele ser tan frágil que las chicas que manifiestan cuadros depresivos en un 60% terminan en suicidio.
La alimentación cumple un rol fundamental en la salud mental. Es importante diseñar un plan alimenticio que proporcione todos los nutrientes necesarios para el correcto desempeño de nuestro organismo. Diferentes estudios han comprobado que los bajos niveles de vitamina B6 y ácido fólico, así como la deficiencia de vitamina B12 se relaciona con la depresión, la psicosis y los síntomas maníaco-depresivos.
También es preciso incrementar la actividad física, pues el cuerpo libera cobalamina y dopamina. Asimismo, se logra una mejor distribución de los nutrientes ingeridos y una eficiente oxigenación del cerebro.
Estos ejercicios expondrán bien a la persona a los rayos solares que generan alto porcentaje de percepción de vitamina D, otra de las vitaminas que ayudan a superar cuadros depresivos.
Pero más allá de la alimentación y un ritmo de vida sano lo recomendado es visitar a expertos que orienten al paciente a llevar mejor la vida sin dejarlos caer en los huecos depresivos.
El mundo actual con la política de menos interacción humana y más contacto digital exige que los jóvenes busquen un poco de aprobación de su entorno para poder sentirse a gusto con el mismo y la sociedad.
Ese comportamiento de ansiedad depresiva en los adolescentes puede terminar en hechos trágicos que llenan la portada de los titulares en ciudades donde el ritmo de vida es muy agitado.
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