Le endilgan a la sabiduría popular el dicho que describe a la política como el arte de tragar estiércol sin hacer gestos.
Otras definiciones populares la describen como el arte del engaño y otra más como el arte de ganar denostando al contrincante.
Eso mismo es lo que vemos en la política que tenemos hoy en el estado, un verdadero estercolero.
En esta jornada electoral se elegirán 20 mil 868 cargos públicos en todo el país entre gobernadores, alcaldes, regidores, diputados locales y federales.
En Chihuahua, la nimiedad de 895 cargos de elección popular:
1 Gubernatura
9 Diputados federales de mayoría relativa
4 Diputados federales de representación proporcional
22 Diputados locales de mayoría relativa
11 Diputados locales de representación proporcional
67 Presidencias Municipales y Alcaldías
67 Sindicaturas
714 Regidurías
Si bien, esta fase de precampañas, en el proceso electoral, se acota a la elección interna de cada partido de sus candidatos, los precandidatos utilizan medios masivos de comunicación para hacer llegar su mensaje a militantes y simpatizantes.
Es el caso, por su método de selección, que algunos partidos llegan a esta fase con un candidato definido, pero con el mote de “precandidato”, que también puede hacer precampaña, pero no para competir por la candidatura, sino para convencer a la militancia, simpatizantes y extender, porque no, su presencia en medios en favor del posicionamiento de nombre y colores.
En ese rubro y en orden de aparición tenemos al célebre Alfredo “El Caballo” Lozoya, que cabalga desde el 19 de diciembre por las estepas estatales saludando a la militancia y simpatizantes de Movimiento Ciudadano, la ola naranja le digo yo.
En apretada consulta, Juan Carlos Loera de la Rosa, fue nombrado por Morena para ir en amalgama con el PT, Nueva Alianza y el Verde en una opción que llaman nuevamente “Juntos Haremos Historia”, supongo yo, en la intención mercadológica de evocar en el electorado el gran triunfo del 2018, se vale.
Un partido nuevo, Fuerza por México, presenta al Dr. Alejandro Díaz, – ¿o al revés? – un hombre que en octubre de 2019, cuando maduró su intención de buscar la gubernatura, era prácticamente desconocido en el mundo de la política, pero no ajeno a ella.
Mientras tanto en el PRI, como ya anticipábamos para despedir el año, Graciela Ortiz manifestaba, el viernes pasado, su aceptación para buscar la silla grande del estado grande, este miércoles será ungida para tal propósito.
Así, con 4 presuntos candidatos llenamos las vacantes de 7 partidos de 11 registrados en el estado.
Faltan los nuevos, Redes Sociales Progresistas (RSP), le reitero que se decantará por Teto Murguía; y Partido Encuentro Solidario (PES), que definirá antes de que acabe enero.
Dejamos para el último al alfil de la contienda electoral al PAN a cuyo candidato se sumará el PRD, que en el estado irán mano con mano.
En esas estamos y por los hechos, la expectación por el resultado es grande, nadie se mueve pues dependiendo de quien resulte el candidato oficial moverá definitivamente las entrañas de esto que hemos llamado el gusano de la política estatal.
Ya tiempo atrás comentamos, y es de la opinión pública, que Gustavo Madero, es el delfín de Javier Corral, se la debe de alguna manera, aunque en lo privado y entre broma y broma ya después de unas copas, le ponga sus buenas desconocidas al gober bigotón. Nadie me lo contó…
También sabemos que la favorita de la militancia panista en mayor parte del estado es, la dos veces alcaldesa de Chihuahua capital, María Eugenia Campos, y que esta ha sido objeto de delicadas acusaciones que han salido directamente de voz del primer mandatario estatal.
Independientemente de los delitos por los que se le acuse, hasta el día de hoy no hay nada en firme, solo declaraciones del gobernador a medios de comunicación, ruido, especulación y mucha mala leche, que deja ver hasta dónde puede llegar el hambre por el poder.
No me voy a poner a defender a nadie, a donde quiero llegar es a comentarle que llegó a nuestra redacción un boletín de prensa del equipo de Madero, como muchos otros, pero en este se voló la barda, se le descosió la lengua, dejó ver el tamaño de su ambición y de lo que es capaz de hacer por obtener el “hueso”.
No sorprende que Juan Carlos Loera de la Rosa haya iniciado la embestida esta semana en su arranque de precampaña en Chihuahua cuando dice “No tengo nada que esconder. No necesito ningún amparo” porque son de bandos contrarios. Es más hasta se espera que se den con todo lo que traen, pero Gustavo Madero es otra cosa.
“Puedo impedir el regreso del duartismo y el avance de Morena” decía el lastimoso, malintencionado y misógino encabezado del boletín del senador con licencia, que por supuesto no publicamos, pues lejos de informar a nuestros lectores los predisponía, de manera deliberada a un discurso de odio.
Déjeme ponerlo en contexto, ni Juan Carlos Loera de la Rosa se atrevió a declarar algo así de Cruz Pérez Cuéllar estando en el mismo caso que la alcaldesa con licencia.
Hay códigos de ética, hay límites y formas de conducta aceptables para con sus copartidarios. Estando en el mismo barco, darle un balazo al capitán, por asumir su rol, es dartelo a ti mismo.
Por eso digo lastimoso, porque no encuentra otra forma de prevalecer en las preferencias que recurrir a la ominosa calumnia, que eso es en tanto no haya fundamento y certeza jurídica del caso.
Malintencionado, porque se suma de facto a la maniobra del gobierno del estado, amedrentado, dando por buena una acusación mediática del gobernador y de un consejero jurídico sin pruebas exhibidas, con un proceso legal opaco en donde al parecer solo algunos tienen acceso a información privilegiada y no así los interesados, contraviniendo abiertamente a sus garantías individuales.
Y misógino porque denota su aversión y falta de confianza en Maru Campos por razones de género.
Esa es la voracidad del gusano político, autofago y sincrético que busca hacerse de la candidatura por el PAN en el estado, dejando al partido hecho un estercolero azul.
Luego no se pregunten qué hicieron mal, si desde la internas muestran el grado de perversión que vive el partido. Adiós valores e ideología…
De Armando Cabada, como dijo Topo Gigio: “lo dije yo primero”. Ya se registró en Morena para obtener, sin contender, en fast track, una diputación federal plurinominal.
¿Y la revocación? Odio decir se los dije, pero se los dije, les jugaron el dedo en la boca…
David Gamboa
Mercadólogo por la UVM. Profesional del Marketing Digital y apasionado de las letras. Galardonado con la prestigiosa Columna de Plata de la APCJ por Columna en 2023. Es Editor General de ADN A Diario Network.