Perseverance, el laboratorio de astrobiología más avanzado que jamás haya existido, aterrizó en una vasta cuenca rocosa llamada Cráter Jezero.
Estados Unidos (VOA/) – Los ingenieros de la NASA describen al Perseverance como el robot más perfecto que jamás ha participado en una misión en el espacio. Después de más de 480 millones de kilómetros, está previsto que este jueves llegue a Marte con un objetivo prioritario: descubrir vida en el planeta rojo.
Elio Morillo, un ecuatoriano criado en Puerto Rico, es uno de los ingenieros de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) en la base de Pasadena, California, y está encargado de coordinar el “amartizaje”, una palabra que ellos mismos utilizan para referirse al aterrizaje en Marte.
“El sistema robótico más complejo”
Esta misión es muy distinta a la que tuvo lugar en 2012 con el Curiosity, cuando el robot, que aún sigue operativo en el espacio, llegó a la superficie marciana con la intención de analizar en profundidad la geología del lugar. Sin embargo, según contó Morillo a la Voz de América, algunas de las tecnologías que se utilizarán para el aterrizaje son prácticamente iguales.
“Estamos reutilizando ciertos aspectos de la arquitectura, particularmente para el descenso, pero en esta ocasión va a ser un método mucho más preciso y más avanzado”, decía el ingeniero espacial horas antes de estas operaciones.
El Perseverance cuenta con un equipo de cámaras y sensores que permitirá “navegar y calcular el mapa de la superficie”, de manera que el robot será capaz de llegar a la superficie de una manera bastante segura.
Es la mayor innovación que jamás ha hecho la NASA al respecto.
“Estamos volando el sistema robótico más complejo que se ha volado en la historia, ya que se va a utilizar para colectar muestras en la superficie de Marte y se van a almacenar dentro del robot para que una misión futura vaya, recoja las muestras y las retorne al planeta Tierra”, decía “orgulloso” por este proyecto espacial.
Misión: encontrar rastros de vida
Sin embargo, más allá de las perfecciones tecnológicas, la misión tiene un objetivo principal: encontrar restos biológicos en Marte.
“Vamos a continuar con esos estudios geológicos y a seguir desarrollando el entendimiento del ambiente y del clima, pero mucho más avanzado va a ser la búsqueda de rastros biológicos”, avanzó Morillo a la VOA.
Es decir, que el robot está equipado con la suficiente tecnología para que sea capaz de identificar algunas pistas que conduzcan a los científicos a descubrir vida en el planeta.
“Vamos a analizar las muestras como tal permitiendo que los equipos de científicos a nivel mundial puedan determinar si se está moviendo algún tipo de material orgánico, algo que se parezca a la vida que nosotros conocemos en la Tierra”, agregó al respecto.
Un viaje “histórico”
Los ingenieros que trabajan en la NASA describen esta misión como “histórica”, ya que puede marcar un antes y un después en el desarrollo de las investigaciones espaciales si, finalmente, se logra encontrar vida en ese planeta.
“Eso nunca se ha hecho en la historia, y con eso podemos hacer estudios mucho más conclusivos en la Tierra para ver si eso que estamos viendo realmente es algo nuevo”, apuntó.
Desarrollo de tecnología para la vida humana
La misión del Perseverance, que partió de la base de Cabo Cañaveral, Florida, el 30 de julio de 2020 y no ha llegado hasta ahora, también contará con el instrumento MOXIE “Mars Oxigen In Situ Experiment”, un dispositivo capaz de convertir el dióxido de carbono, un gas muy abundante en Marte, en oxígeno. Así pues, esta innovación permitiría la vida humana en territorio marciano.
“El instrumento MOXIE es uno de los primeros pasos que estamos tomando para desarrollar la arquitectura necesaria para la presencia humana en Marte. Este instrumento convierte el dióxido de carbono, el ingrediente primordial en la atmósfera en Marte, en oxígeno utilizable, que es lo que tú y yo vamos a necesitar en la superficie, al igual que para crear combustible y regresar a casa”, detalló.
Este amartizaje, a pesar de su alta tecnología, no tiene su éxito asegurado, especialmente porque el momento más crítico se produce cuando el robot penetra y desciende por la atmósfera de Marte.
“Entrar en la atmósfera marciana es muy complejo por varias razones, sobre todo porque estamos entrando a 13.000 millas por hora (20.900 kms/h) y en siete minutos tenemos que ir de esa velocidad a cero millas por hora en la superficie. Eso se cumple con un proceso muy específico con diferentes eventos que se tienen que dar para que haya un aterrizaje seguro en Marte”, dijo.
Por primera vez, la NASA va a lanzar una transmisión íntegramente en español. Morillo y otros ingenieros de la agencia participarán en este espacio, que podrá seguirse a través de las principales plataformas digitales.
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