Hay una gran preocupación por parte de los ciudadanos opositores a Morena para las próximas elecciones (y no nada más me refiero a los ciudadanos sin partido sino también a los ciudadanos militantes de los partidos que quedaron fuera de las candidaturas o que consideran que no tienen voz dentro de sus partidos), respecto a que la coalición Va por México no ha desarrollado un discurso político que sirva de alternativa al actual al gobierno federal, a su partido Morena y a sus aliados, respecto del discurso político del presidente que Morena, como autómata, de inmediato replica.
Estimo que lo que ha faltado es que se rompa la noción que los partidos políticos de oposición son los únicos que tienen el derecho exclusivo de generar la narrativa o discurso político opositor. De hecho, los ciudadanos sin partido son inmensamente mayor en número que los militantes de los partidos.
Además, considero que dentro de los partidos hay innumerables voces de, tanto políticos experimentados, como de personas con grandes capacidades intelectuales y de discurso, que en mucho superan a la mayoría de los candidatos postulados por los partidos, para poder ser voceros de la oposición. Por supuesto, sin menoscabar a los miles y miles de ciudadanos dolidos por el actual gobierno que tienen de sobra capacidades para generar ideas y discurso político opositor en contra de los legisladores que obedecen al presidente como borregos sin pensamiento y voluntad propia.
Entonces, ¿por qué esperar a que las dirigencias de los partidos de Va por México o sus candidatos ejerzan ese discurso que hasta ahora ha sido tibio, en el mejor de los casos, o ausente?
En estos tiempos en donde las redes sociales pueden incidir fuertemente en la comunicación política, la oposición en su conjunto, puede realizar grandes esfuerzos de comunicación, haciendo programas en canales de YouTube, videos, foros, seminarios, y hasta mítines virtuales, realizados en Zoom y otras plataformas digitales, con el fin de hacer un discurso opositor, no con contestaciones reaccionarias e insultos, sino, seriamente, con propuestas sustentadas con datos duros de investigación, que resulten en la presentación de soluciones, alternativas y caminos diferentes, bien fundamentados, en contrapartida a las ocurrencias de políticas públicas basadas en prejuicios y descalificaciones llenas de perversas opiniones.
Para lograr un resultado positivo para el triunfo de la oposición, es también indispensable establecer métodos, plataformas, movimientos e iniciativas para la promoción del voto, para abatir el abstencionismo que tradicionalmente es alto en las elecciones intermedias, y más alto en los ciudadanos con mayor capacidad económica y en áreas del país con mayor desarrollo.
Pero, para poder lograr esas vías de comunicación y promoción del voto, va a ser necesario que haya recursos que no vendrán de los partidos, que estarán inmersos en sus campañas. Esos recursos tendrán que venir de los ciudadanos.
Al respecto, recuerdo claramente una reunión que un grupo de ciudadanos tuvimos en Ciudad Juárez con el “Maquío”, Manuel Clouthier, en la que estábamos muy preocupados por el desastre en que se encontraba México después de la llamada “docena trágica”, que fueron los sexenios de López Portillo y de la Madrid, y la principal razón atribuida al desastre económico era la falta de democracia y el autoritarismo imperante (ah como se parece a los tiempos actuales). En esa reunión el Maquío nos dijo, palabras más o palabras menos: “si quieren democracia en México amigos métanle su lanita”.
En efecto, los ciudadanos tenemos que contribuir económicamente a la causa de que nuestro país regrese a la democracia y salga del autoritarismo en que estamos inmersos.
La última oportunidad que tenemos realmente para lograrlo es hacerle contrapeso al presidente de la República, arrebatándole a Morena y a sus aliados la mayoría que detenta en la Cámara de Diputados. Pero eso no sale gratis, así que “métanle su lanita”.
Carlos Angulo Parra
Analista político. Abogado corporativo. Fue Diputado Federal en la LXII Legislatura del Congreso de la Unión.
Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.