El equipo femenil de basquetbol que se coronó en la Olimpiada Nacional 2016, compartió algunos de los momentos del largo proceso que tuvieron que pasar para poder colgarse la medalla de oro.
Cuatro de las ocho juarenses que se colgaron el metal áureo se presentaron para contar sus experiencias al titular del Deporte, en el que resaltan la familia que se formó entre ellas y que gracias a ello y al trabajo de la maestra se logró el objetivo.
María Fernanda Ávila, Paola Montaño, Michelle González y la seleccionada nacional Valeria Navarrete, que además fue la Jugadora Más Valiosa, junto a la experimentada entrenadora Silvia Gutiérrez y el preparador físico, estuvieron presentes con Bueno Aguilar.
La maestra Silvia aseguró que gracias a las niñas y los padres de familia ha trabajo por mucho tiempo con ellas.
“Yo me di a la tarea hace tres años de empezar con un campamento de niñas, me fui involucrando y algunas de ellas estuvieron ahí tras de mí, las niñas y los papás, de que siguiera trabajando con esta categoría”, comentó.
Fue difícil la adaptación: “Realmente tenía mucho tiempo que no trabajaba con esta categoría, desde la ‘prepa del Chami’, y me fue algo difícil y poco a poco vas agarrando el hilo y muy contenta. Creo que el equipo está muy completo, las niñas muy comprometidas y eso lo que me hizo estar al 100”.
“Lo más complejo ha sido adaptarme a esta edad, porque cuando ya estás trabajando con una categoría universitaria sí es muy diferente el trato con ellas, el compromiso que tienen, la responsabilidad y llegar con las niñas y tener que enseñarles de nuevo todo esto, eso fue lo más difícil adaptarme yo a ellas, porque realmente sí tuve que, de alguna manera, razonar las cosas para poder adaptarme a sus edades, de alguna manera les absorbo su juventud, más que nada se hizo el compromiso porque ellas son muy responsables”.
Tras la obtención del oro en la Olimpiada Nacional con qué se queda la maestra.
“Un equipo con mucha experiencia, me voy con la convicción de que hicimos las cosas bien, las pudimos hacer mejor, pero muy contentas porque cada una de ellas entregó su máximo esfuerzo, no nada más en el campeonato nacional, sino en toda la temporada, yo creo que los compromisos que hacemos son muy claros y en ese aspecto son muy maduras”.
Agradeció la labor de los padres, porque ellos son parte de este triunfo-
“Quiero agradecer a los padres de familia que son los que las llevan y las traen a esta edad, y realmente hicieron un gran sacrificio y es parte del trabajo que está detrás de la medalla”.
El trabajo realizado dejó satisfecha a la maestra y espera darle continuidad al equipo.
“Me voy muy contenta, esperemos seguir la continuidad con este equipo, hay proyectos importantes tanto aquí en el Municipio como en la Universidad y seguir buscando que las niñas sigan trabajando y que tengan el apoyo deportivo y económico para seguir adelante”.
El estar tan cerca de las integrantes del equipo campeón en la Olimpiada ha creado un vínculo a la maestra que espera tenerlas en el equipo de la UACJ.
“Sería ideal, tener una continuidad con las niñas en la Universidad sería algo fabuloso, tanto para ellas como para mí en lo personal, porque nada más sería una secuencia de trabajo muy fácil, porque realmente las niñas lo hacen muy fácil por su compromiso y su dedicación”.
Por su parte, el preparador físico, Fernando Bouche, resaltó que la clave del triunfo fue la madurez de las integrantes del equipo y sobretodo el compromiso y la dedicación que demostraron en cada entrenamiento y que se vio reflejado en cada juego.
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