José Alberto Carlos Montes, de 20 años y alumno de la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez (UTCJ) donde cursa el segundo cuatrimestre de Ingeniería en Mecatrónica, enseña Robótica a infantes en un centro comunitario.
Desde niño comenzó a interesarle todo lo relacionado con la ciencia y la tecnología, por lo que decidió ingresar a estudiar en esta casa de estudios que dirige el licenciado Ernesto Luján Escobedo.
Esta Universidad lo ha apoyado para asistir a distintos cursos de robótica, lo que le ayudó a perfeccionar un poco más sus habilidades en esa área.
Y entre noviembre y diciembre del año pasado representantes del Consulado Americano, tras conocerlo, lo patrocinó para acudir a la Ciudad de México a una capacitación en relación con esa especialidad que le apasiona.
Se trató de un curso que tuvo duración de casi un mes, y luego, tras su regreso a esta frontera, decidió que sus conocimientos adquiridos en la capital del país los aprovecharía para enseñarle robótica a niños.
A los menores imparte conocimientos básicos sobre electrónica y los motiva a preparar algunos proyectos de su interés. Con ello aprenden a reparar videojuegos y hasta cómo diseñarlos, por lo que les cambia la manera de ver las cosas.
“Llevan su curiosidad hasta un nuevo nivel, lo que hacen es explorar y prácticamente experimentan con diferentes cosas, y se ha dado que tienen ideas para proyectos bastante viables que en determinado futuro pueden dar para un negocio”, dijo Carlos Montes.
Desde marzo del presente año comenzó a instruir a menores en lo que se refiere a programación, e incluso pretende llevarlos a concursar en un evento aquí en Ciudad Juárez, donde pondrían en práctica sus conocimientos sobre esa especialidad.
Esa labor la realiza en el centro comunitario Lucio Cabañas, el cual se ubica a la altura del cruce de la avenida Francisco Villarreal Torres y prolongación avenida Ejército Nacional, indicó.
Para las clases que imparte ahí a los niños, el Consulado Americano también lo apoyó con material consistente en un kit de robótica que tiene un costo aproximado a los mil 200 dólares, con el cual se desenvuelven más los menores respecto a la enseñanza que reciben.
Ahora su deseo es juntar a todos los niños que sea posible en diferentes centros comunitarios, para desarrollar aún más esta labor que realiza.
“Todo esto con el fin de que ellos agarren experiencia en lo que viene para ellos en el futuro, que le encuentren mayor interés a las investigaciones por sus propia cuenta. Que logren convertir sus fantasías en proyectos reales”, comentó.
Los padres de familia que estén interesados en llevar a sus niños o adolescentes a estudiar robótica, en ese centro comunitario donde este alumno de la UTCJ imparte esa especialidad, pueden comunicarse con él a su teléfono celular (656) 300-39-52, o mandándole mensaje a su correo electrónico: [email protected]
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