Sputnik, Rusia. – La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró en 2001 a la donación de leche humanapasteurizadaa través de bancos como la estrategia de mayor impacto para la reducción de la mortalidad infantil. Pero en países donde la ley de la oferta y la demanda se impone muchas veces por sobre la ética, se vende por internet y se paga entre 1.000 y 4.000 dólares por litro, al mejor postor y sin regulación.
En sitios como Onlythebreast.com, que cuenta con más de 5.000 anuncios para EEUU, Canadá, Reino Unido o Suecia, la leche es ofrecida por mujeres lactantes y adquirida por personas necesitadas, aunque no solo por quienes tienen dificultades o imposibilidad para dar de mamar a recién nacidos; también es codiciada por adultos, principalmente entre algunos atletas e individuos que aseguran que tiene beneficios casi mágicos.
Esto ha dado pie a un mercado negro y con potencial para causar más daño que bienestar, dada la peligrosidad bacteriológica que puede contener el consumo de leche sin un correcto proceso de pasteurización, además de que limita el acceso regulado a través de los bancos a quienes no tienen el dinero para comprarlo. Este fenómeno está registrado en el tercer episodio de la serie documental de Netflix Para bien (o para mal).
En el sentido opuesto, para garantizar que el acceso a este oro líquido sea exclusivo para lactantes con necesidades, y de forma inclusiva y no privilegiada, se creó en 2005 la Red Iberoamericana de Bancos de Leche Humana, a partir de la firma de la Carta de Brasilia, en la capital de Brasil.
Desde entonces, en Argentina se crearon ocho bancos de recolección, con gran potencial para salvar vidas. Los primeros antecedentes en el país datan de la década de 1930, en las ciudades de Mendoza y Buenos Aires, pero la conformación de redes se potenció desde la entrada al nuevo milenio.
En el Mercosur –coalición de naciones que integran Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay– existe una resolución por la cual la leche humana y cualquiera de sus derivados no puede ser comercializada, sino que su donación debe ser altruista y su acceso gratuito.
Los Centros de Lactancia cumplen la función de acompañar a las mujeres y personas con capacidad de lactar en el inicio y sostenimiento de la lactancia durante el período de internación dentro de los hospitales, y aseguran la alimentación con leche humana en los cuidados intensivos neonatales.
Cuando la leche de la propia lactante no está disponible parcial o totalmente, se acude a los Bancos de Leche Humana, que realizan actividades de recolección del excedente de leche de lactantes que amamantan, la procesa, controla su calidad, la clasifica, conserva y distribuye.
De esta manera, ayudan a salvar la vida de muchos bebés prematuros o con patologías por las que no pueden ser amamantados por su madre o persona lactante progenitora. También llevan adelante investigaciones, así como actividades de desarrollo tecnológico, información y educación.
En 2011 se impulsó la conformación de una Comisión Técnica Asesora en Bancos de Leche y en 2021 se obtuvo dictamen para ser tratado en la Cámara de Diputados del Congreso nacional una ley para crear un Registro Nacional de Bancos de Leche Humana, que busca fortalecer la red en el país para satisfacer las demandas en todo el territorio.
Desde el comienzo de la pandemia, la Sociedad Argentina de Pediatría sugirió continuar con la lactancia al indicar que no hay evidencia de que el COVID-19 se transmita a la leche humana. Además, aconsejó evitar donar leche materna a quienes hayan estado en una zona con transmisión sostenida de COVID-19 en los últimos 15 días, en contacto con algún caso sospechoso o confirmado o ante la aparición de síntomas.
Este año, la Red Iberoamericana de Bancos de Leche Humana conmemora el 19 de mayo con el eslogan “La pandemia trajo cambios, su donación trae esperanza”.
“Cualquier persona que formara de alguna manera parte de la red podía mandar una propuesta, que fue votada de manera anónima. Es una forma de simbolizar la gratitud hacia las donantes y el esfuerzo de haber podido sostener esta tarea, con lo que implicó la pandemia, para los que trabajamos en los hospitales, que fue realmente muy difícil”, destacó Valls.