Utiliza sus redes sociales para difundir que votará por el candidato de la coalición Juntos haremos historia en Chihuahua y no por Maru Campos, aspirante del PAN, ante la creencia de que las acusaciones en su contra son verídicas.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN/Martín Orquiz) – A través de su cuenta de Facebook, el activista, profesor e investigador universitario y ex funcionario del Gobierno del Estado, Hugo Almada Mireles, publicó un escrito donde afirma que votará por el candidato de Morena a la gubernatura, Juan Carlos Loera de la Rosa, y por la reelección de Ulises García Soto, del mismo partido, al Distrito Federal 04.
En cambio, rechaza votar por Cruz Pérez Cuéllar, candidato también de Morena a la Presidencia Municipal de Ciudad Juárez, y por Maru Campos, aspirante del PAN, mientras que avala a Javier González Mocken, quien representa al PAN en la contienda de la alcaldía.
En su discurso, señala que en los 45 años en los que ha tenido conciencia política, para él y para otras personas de buena voluntad, nunca había sido menos claro o más complicado darle un sentido a su voto.
Almada Mireles establece que va por Juan Carlos porque es un hombre trabajador, que ha sido militante de Morena desde el principio y, además, tiene la creencia de que trabaja genuinamente por el apoyo a los más pobres.
Es primera vez, continúa, que en el estado -donde ya gobernó el PRI y el PAN, ambos casi sin política social- se tiene la oportunidad de un gobierno orientado de manera diferente, en favor de los más necesitados con Loera de la Rosa, quien también es empresario y entiende la importancia de la claridad y al trato con este sector.
No va con Maru porque, analiza, porque tiene la certidumbre de que las acusaciones de corrupción en su contra, que presentó documentadas la Fiscalía del Estado, son reales.
“Creo que la realidad, lo que yo viví, en 2016, es bastante peor que lo que han podido documentarle: eran planas y planas y espacios en los medios de comunicación en Chihuahua, mientras la campaña de corral batallaba mucho para espacios más discretos”, menciona.
Si tenía alguna duda, el debate la disipó. No solo no vio a la víctima que habían manejado, sino que observó a una mujer que no respeta las reglas, que no contestó las preguntas y dijo lo que ya traía preparado hasta con efectos especiales; con poca propuesta, pero muy agresiva y con el cuchillo desenvainado.
Afirma que no cree que la orientación del Gobierno que propone Maru o volver a la corrupción de Duarte, sea de beneficio para el estado.
También indica que no votará por Cruz Pérez Cuéllar: “De ninguna manera. Se dice que en política la gente tiene muy mala memoria, pero no es posible olvidar toda su secuela de pactos y corrupciones. En 2010, ante toda la serie trampas y fraudes que fueron fehacientemente documentadas, ante las cuál es el mismo CEN del PAN tuvo que quitarle contra su voluntad la candidatura al Senado que ‘había ganado’. Ni sus acuerdos con los gobiernos estatales y municipales del PRI”, explica.
Tampoco olvida que Pérez Cuéllar está también involucrado en la nómina secreta de Duarte, ni que en 2016, como candidato a la gobernatura de Movimiento Ciudadano, jugó totalmente a favor de Duarte y de su candidato.
Javier González Mocken, menciona, tal vez no sea el mejor candidato, pero en la disyuntiva se puede decir al menos que ya fue alcalde, que se manejó con relativa sobriedad y recordó algunas medidas que todavía agradece, como la anulación del cobro de los estacionamientos: “No tengo duda de qué es una mejor opción”.
También va por Ulises García Soto en el IV Distrito Federal y por Morena en el Congreso Federal.
“A Ulises lo conozco y creo que es un buen candidato. Y, en lo que quizás sea la decisión más importante de esta elección, en el ámbito nacional voy con Morena”, añade.
Establece que Andrés Manuel López Obrador ha cometido muchos errores y difiere, fuertemente, en varios temas, pero entiende que el tema central en juego es la posibilidad de rescatar al país y el proyecto de nación de la terrible situación en la que la lo dejaron seis o siete sexenios de gobiernos priistas y/o panistas.
Durante esas administraciones, el salario perdió tres cuartas partes de su valor y la estructura del Estado de bienestar terminó casi desmantelada.
“Y en todo caso, prefiero equivocarme de lado de los pobres, de las y los trabajadores cuyo salario vale ya más, de los adultos mayores y las personas con discapacidad y no de los Brozos o de la lista de Forbes”, concluye.
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