Pocas frases hechas llevan más razón que aquella que dice que la necesidad agudiza el ingenio, y en el momento actual a la necesidad se le ha unido la oportunidad, brindada sobre todo por la informática y las iniciativas que han surgido a su amparo.
Y es que el acceso a equipos informáticos, incluso algunos de segunda mano de muy buenas prestaciones, y a internet es tan barato que es difícil encontrar a alguien que quiera y no pueda tener acceso a la red y sus infinitas opciones.
Aunque hay formas de monetizar nuestra actividad en línea muy evidentes y que a priori están al alcance de cualquiera que disponga de un ordenador y conexión a internet (por ejemplo, un blog con el tráfico suficiente para generar dinero por publicidad) algunas requieren de mucho tiempo y trabajo constante, pero existen otras que pueden ponerse en marcha en este mismo momento.
Todos tenemos algo que ofrecer
Plataformas como Fiverr, Freelancer o Upwork (existen muchas más) permiten a cualquier usuario convertirse en autónomo, al poner en contacto a clientes y a trabajadores digitales mediante sus plataformas, centralizando de esta forma el esfuerzo de buscar u ofrecer empleo simplificando el proceso para ambas partes.
Como el tiempo es oro (o incluso mucho más valioso que el oro), ahorrar todo el tiempo posible a la hora de buscar clientes o un profesional que pueda llevar a cabo una tarea dada ya supone un gran avance para todos los implicados.
¿Qué trabajos pueden realizarse de forma telemática y además por cuenta propia en estos tiempos? La respuesta es tan amplia que podría resumirse en prácticamente todos aquellos trabajos que no requieran una presencia física del trabajador en un puesto.
Creadores de apps, escritores, traductores, diseñadores gráficos e incluso profesores particulares son el tipo de profesionales que pueden poner sus talentos a trabajar a través de estas plataformas sacando dinero a cambio.
Y lo cierto es que el modelo de negocio funciona, sin ir más lejos las acciones de Fiverr, una de las plataformas de este tipo más conocidas, han alcanzado durante lo que llevamos de 2021 su cotización más alta en su década larga de existencia, aunque han caído algo desde el pico de febrero.
Nuevos tipos de profesionales
Empresario de uno mismo, nómada digital o directamente freelance. Estas son algunas de las formas por las que se conoce al tipo de trabajador que utiliza estas plataformas, aunque desde siempre a estas personas se les ha conocido como autónomos.
Aunque hay que señalar que no todos los términos hacen referencia al mismo tipo de profesional, de hecho el término empresario de sí mismo suele ser utilizado por una parte del espectro político para definir un estado laboral distópico supuestamente deseado por tesis liberales en las cuales el individuo se convertiría en su propio explotador. Otros simplemente lo entendemos como el autónomo de toda la vida.
Nómada digital en cambio sí que es un tipo de profesional relativamente nuevo, ya que hace referencia a un trabajador que obtiene su capital principalmente mediante trabajos online obtenidos en plataformas tipo Upwork, Freelancer, etcétera lo cual le permite vivir sin residencia fija, viajando por el mundo.
Obviamente para muchos este tipo de vida es viable durante una etapa vital muy delimitada, en la cual las cargas son mínimas.
Los trabajos ideales para el nómada digital serían los que todos pueden imaginar; blogger (perfecto para un viajero, el blog puede versar sobre los sitios que visita), asistente virtual (cajón de sastre en el que cabe prácticamente todo), escritor de contenido y un largo etcétera.
Decimos que el concepto es relativamente nuevo porque personas que han vivido su juventud vagabundeando y pagando techo, comida y vicios con pequeños trabajos esporádicos han existido siempre. Si quieren un ejemplo lean alguno de los libros del escritor maldito Charles Bukowski. Sus novelas muestran además una imagen costumbrista de los EEUU más sórdidos y son aparentemente autobiográficas.
Por razones evidentes amplias zonas del globo han quedado vedadas para las andanzas del nómada digital, pero aunque limitados en su movilidad estos pueden seguir desarrollando su labor profesional.
Pero existen otro tipo de formas de obtener (o perder, ya que lo siguiente implica un riesgo inevitable) dinero gracias a internet, una de ellas puede ser al invertir en acciones de tecnológicas, ETFs, forex y criptomonedas con la app para IOS (o Android) de algún bróker online.
En estas plataformas se utilizan contratos por diferencia (CFDs) para especular con el precio de un instrumento, siendo necesario predecir correctamente si el precio del instrumento caerá o subirá. Las personas que operan de esta forma se conocen en el mundillo como traders.
¿Todos pueden ser traders?
En el aspecto de que cualquier persona mayor de edad puede abrir una cuenta en una plataforma de trading online con unos trámites mínimos siempre que vivamos en un país que permita operar con CFDs, sí, todo el mundo puede ser trader, pero ¿serán todos traders exitosos? la respuesta es no. Lo sentimos, pero requiere compromiso, no vale con tener algo de talento.
Como un primer vistazo a la página web de un bróker online le mostrará, la mayoría de cuentas de trading terminan por perder dinero, así que lo primero que debe plantearse un futuro trader es si tiene dinero sobrante para invertir, porque puede perderlo rápidamente al hacer uso del apalancamiento, aprender todo lo necesario de herramientas como el apalancamiento ayudará a no llevarse sorpresas desagradables, y lo segundo es si tiene la paciencia para aprender todo lo necesario antes de invertir, porque si se opera tirando una moneda al aire, el resultado será negativo sí o sí.
También se debería revisar reseñas de brókeres fiables para comparar y elegir uno adecuado, y es que ya que internet parece un pozo en el que todo el mundo vuelca su opinión ¿Por qué no aprovecharlo?
¿Montar una mina digital?
Hubo un tiempo, y no hace mucho precisamente, en el que cualquier equipo informático podía minar bitcoin, activo cuyo minado ahora consume la misma electricidad que una industria pesada y requiere “granjas” de tarjetas gráficas.
Tan fácil y barato era minar los bitcoin que un hombre llegó a pagar por dos pizzas 10.000 bitcoins, que al cambio actual equivaldría a 630 millones de dólares.
Aunque todavía se puede minar alguna criptomoneda con un equipo doméstico, lo cierto es que es más que probable que la oportunidad de hacerse rico de esta forma seguramente ya sea cosa del pasado.
Por último existen otras alternativas como las de rellenar encuestas online por un precio (suele pagarse en moneda fuerte, aunque cantidades modestas), pero es un trabajo laborioso (suelen ser largas), así que dependiendo del tipo cambiario de la moneda de su país con respecto al dólar les será más o menos rentable.
Otro aspecto negativo de esta forma de ganar dinero es que la disponibilidad no siempre es alta, así que un usuario medio no rellenará demasiadas encuestas y por tanto no podrá cobrar cantidades altas, es más bien una forma de obtener un dinero extra para personas jóvenes que un trabajo en sí.
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