El dictador español está condecorado con la Medalla del Mérito al Trabajo. Un galardón del que será despojado con la nueva reforma de los criterios de otorgación de la insignia. Franco no será el único afectado.
Moscú (Sputnik) – La Medalla del Mérito al Trabajo es una de las mayores condecoraciones del ámbito laboral en España. El galardón reconoce “el valor extraordinario, la dedicación y el mérito al trabajo realizado por numerosas personas trabajadoras, en ocasiones anónimas, en ocasiones con recorridos profesionales de relevancia pública y social”, según comparte el Ministerio de Trabajo.
Una insignia que se reparte desde hace décadas. En su lista de premiados se encuentran nombres como los de los deportistas Pau Gasol y Teresa Perales, el sindicalista Joaquín Navarro o el músico Pedro Iturralde. Pero, también personajes conocidos por otros motivos.
El dictador Francisco Franco recibió la Medalla de Oro Laureada al Mérito y al Sacrificio en el Trabajo el 18 de julio de 1953. Según el documento elaborado por el Ministerio de Trabajo, Franco fue galardonado por situarse “al frente de los trabajadores que en la guerra dieron su sangre y en la paz su esfuerzo”. Es uno de los múltiples motivos que da el texto, que destaca “sus 47 años de servicios sin reposo” o su forma de gobierno.
Sin embargo, su condecoración tendría los días contados. El Ministerio de Trabajo, dirigido por la vicepresidenta Yolanda Díaz, ha presentado el nuevo reglamento que regulará la entrega y retirada de las Medallas y Placas de Oro al Mérito en el Trabajo. En virtud con el real decreto que el departamento sacó a audiencia pública, los miembros del “aparato de represión de la dictadura franquista” perderán la insignia de manera póstuma tras la apertura de un expediente contradictorio.
Con la aplicación de dicha normativa, Franco perdería de manera evidente el galardón. Pero, no sería el único. Y es que los nuevos criterios despojarían de la distinción a todos aquellos que hayan cometido delitos antes o después de su otorgación que sean “incompatibles con los valores democráticos”.
En esta definición entraría el general Yagüe, quien recibió la medalla en 1946. Las instituciones de la dictadura destacaron su “labor social”, centrada en la construcción de viviendas, pero obvió la cruenta represión que ejerció en la provincia de Badajoz durante la Guerra Civil. No en vano es conocido como el Carnicero de Badajoz. Otra galardonada fue Pilar Primo de Rivera, condecorada en 1965 por “su entrega, generosidad, alegría y amor a la obra bien hecha” a “dignificar la condición de la mujer española”. Era la líder de la Sección Femenina de la Falange, encargada de reprimir el pensamiento de las mujeres.
En entredicho también están las condecoraciones al cardenal Enrique Pla y Daniel, los exministros José Antonio Girón de Velasco y José Solís Ruiz o el empresario José Banús.
Dicha incompatibilidad con los valores democráticos se agravará si tienen “una incidencia laboral y social”. Así, una imputación por corrupción sería suficiente para la retirada del premio a personas u organizaciones. Una decisión que tomará el Ministerio de Trabajo.
La reforma de los criterios para la premiación también actualiza el formato y la forma de acceder a las nominaciones. Se pasa de un modelo de medallas de oro, plata y bronce a uno organizado en tres categorías: “Igualdad”, “Excelencia” y “Salud Laboral”. Además, se crea la medalla y placa de categoría especial, equiparada a la presea de oro e igualmente propuesta por la titular de Trabajo. Título que se podrá otorgar a título póstumo.
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