Por Yanet Cuellar.
Hace millones de años la tierra fue habitada por varias especies de dinosaurios, algunos eran herbívoros y otros devoraban carne. Entre los carnívoros hubo un dinosaurio que hasta nuestros días es tan famoso que podemos recordarlo fácilmente, su nombre es Tyranosaurus Rex. Se llama así por ser el rey de los tiranos lagartos o depredadores.
De su familia, se sabe que, solo hubo una especie y se cree que vivieron hace 65 millones de años. Tyranosaurus Rex era un dinosaurio realmente grande y muy poderoso, que llegó a medir hasta 12.30 metros de largo. Era bastante robusto, pues comía mucho, llegando a pesar entre 6 a 18.4 toneladas. Algo que lo caracterizaba eran sus dos pequeños brazos, que no iban en proporción con su cuerpo. Sus manos (por así decirlo) tenían dos dedos con garras muy afiladas, que según dicen, las empleaba para luchar o para cazar, incluso para levantarse cuando tenía alguna caída de espaldas.
El Tyranosaurus Rex caminaba a dos patas (terápodo). Era un gran corredor. Sus patas tenían una especie de almohadillas que las protegían contra el terreno. Estas almohadillas también le servían de resorte para balancear su cuerpo y mantener la velocidad. Otra de sus características era su enorme cabeza, que media metro y medio, muy conocida por todos. Su cabeza y su larga cola estaban conectadas entre sí. El equilibrio entre ambas era lo que le permitía tener una gran agilidad para correr, caminar y balancearse.