Pongamos todo en perspectiva
El presente nos enfrenta a un sin fin de encrucijadas. Hoy, justo en el momento que escribo y que lees esta columna de opinión, se están gestando distintos cambios en la arena política, social y económica, en México y en el mundo.
Todo parte de un punto: la libertad, sin embargo, aunque muchos especialistas han planteado que la libertad y todo lo que ello conlleva, es sencillo de aplicar, los análisis en muchas ocasiones se han realizado desde naciones que no son tan caóticas como México o cualquier país de América Latina.
Los partidos políticos, y quienes ejercen el poder a través de dichas organizaciones, han quedado a deber, y con creces. Las victorias aplastantes en los dos últimos periodos electorales y el resto de la historia política del país, para el caso a mexicano, han demostrado que la libertad, economica y politica, no se han reflejado en el día a día, pero si en el ejercicio electoral de depositar votos en las urnas. Algo extremadamente contradictorio.
La reconfiguración del poder en la arena política y social, poco a poco ha empujado a todas y todos los ciudadanos a modificar su papel en la sociedad, gestando figuras históricamente “nuevas”, como la sociedad civil, que son colectivos que buscan reposicionar el valor de la ciudadanía frente a los organismos oficiales.
Técnicamente la sociedad civil busca coadyuvar en las labores en las que El Estado no ha podido incidir de la manera en que se esperaría. Desde problemáticas internacionales como lo es el calentamiento global, teniendo como organización más conocida a Greenpeace, hasta la mayordomía de algún pueblo del Istmo que se encarga de procurar la plaza pública, los esfuerzos pugnan por un ejercicio tan democrático como lo es el bienestar en colectivo.
Hoy, es urgente que se construya ciudadanía, pero ciudadanía a largo plazo, que los futuros ciudadanos, desde los primeros pasos cuenten con programas de educación cívica que promuevan la participación.
México, como la mayoría de países, tiene que buscar que su ciudadanía esté bien y la ciudadanía se tiene que encargar que el gobierno y sus representantes, cumplan con su labor, a toda costa. Por ello, la participación ciudadana, así como la construcción de ciudadanía es prioritaria, ya que con la historia hemos podido observar que el gobierno no ha sido suficiente para impulsar el bienestar popular. Mientras no exista un nuevo pacto social, el gobierno no se puede sustituir, sin embargo, es necesario que la ciudadanía se involucre para que este cumpla con su labor principal, preservar la vida digna de todas y todos.
Carlos Villalobos
Opinólogo por convicción, fotografo de conciertos, entrevistador y maestro digital. Coordinador de "El Garage Istmeño". Originario de Oaxaca, Oax.