Es claro que el actual gobierno estatal basa su operación en la recaudación del mayor número de recursos económicos posible, lo cual no está del todo mal cuando esos recursos se obtienen tratando de que los beneficios que alcancen los ciudadanos a los que se gobierna sean muy superiores al perjuicio que genera el cobro de impuestos y derechos, y la contratación de deuda.
La gobernadora María Eugenia Campos Galván dijo en su discurso de apertura: “Concibo el quehacer político en su manifestación individual, social y del estado siempre, siempre subordinado a lograr el bien común”.
Como ya lo he hecho en anteriores entregas, insisto en que las acciones del actual gobierno contrastan con lo prometido a los chihuahuenses en ese discurso inaugural. Y pruebas sobran de esta disparidad entre los expresado por la gobernante y las acciones emprendidas en solo cuatro meses al frente de la administración estatal.
En sus diez acciones para salir del caos financiero, expuso que disminuiría la dependencia de los créditos de corto plazo, que no habría más abuso de la tarjeta de crédito; sin embargo, a menos de un mes de haber asumido, contrató dos créditos por mil 800 millones de pesos. Nos mintió.
Nos prometió que pondría en marcha un agresivo programa de ajuste presupuestal en todas las dependencias y unidades administrativas de gobierno del estado. Hasta ahora y por lo contenido en su presupuesto de egresos, podemos asegurar que tampoco en este punto está cumpliendo. Se disminuyó el monto de los recursos destinados a programas y acciones de carácter social y se incrementó el gasto corriente y el gasto en medios de comunicación, entre otros rubros considerados no prioritarios.
Aseguró que actuaría con profesionalismo, capacidad técnica y transparencia para que los financiamientos del Estado tuvieran las mejores condiciones del mercado para no repetir los errores cometidos y conseguir mejores términos para la deuda bursátil, esa que se financió con ingresos por peaje carretero.
En términos generales, podemos afirmar que, aunque aún no se concreta el refinanciamiento, los planteamientos hechos hasta ahora no indican que se intenten mejores condiciones y, al contrario, crece el endeudamiento y se prolonga por muchos años más, siguen tan o más comprometidos los ingresos por peaje carretero y se agrava el concerniente al peaje en los puentes internacionales ubicados en la frontera entre Juarez y El Paso, Texas. Además de que compromete las participaciones federales para futuras administraciones estatales.
Si lo mencionado en el párrafo anterior permite cuestionar el profesionalismo y la capacidad técnica de quienes manejan los asuntos financieros en el actual Gobierno del Estado, en el tema de transparencia las cosas no pintan mejor. El bloque mayoritario en el Congreso del Estado, integrado por las bancadas de PAN, PRI y Movimiento Ciudadano, limitó la participación de los ciudadanos cuando en ese órgano se aborden temas de carácter tributario o fiscal, lo cual da al traste con la progresividad que se pudiera haber alcanzado en materia de transparencia, ofertada por Campos Galván y al crear el Congreso el “buzón ciudadano”.
¿Dónde quedó su propuesta para crear un consejo hacendario, ése en el que estarían los mejores expertos en finanzas públicas, recaudación y pensiones para orientarla a ella y al secretario de Hacienda en el mejor diseño e implementación de las políticas públicas hacendarias, para el beneficio de todos los chihuahuenses?
Hasta ahora no se aprecia la existencia de ese consejo y, si existe, es claro que no están trabajando en beneficio de todos los chihuahuenses.
El afán recaudatorio de la administración Maruísta es cruel y descarnado, como lo expresara el diputado Benjamín Carrera Chávez, quien aseguró que en Chihuahua el derecho a conducir vehículo automotriz propio es más caro que hacer lo propio en un avión.
La razón le asiste al legislador, ya que, además de los altos cobros por la revalidación de los documentos vehiculares, se pretende cobrar por nuevas placas cuatro veces más que su costo real y, para rematar, este domingo se aplicó un incremento al peaje en las carreteras del estado hasta un catorce por ciento, muy por encima de la inflación. No quieren ver o no entienden lo afectada que se encuentra la situación financiera de las familias chihuahuenses.
Por ello cobran relevancia las acciones emprendidas por ciudadanos y diputados integrantes de la bancada de Morena respecto del eufemísticamente denominado reforzamiento financiero que no es más que mayor deuda; el presupuesto y las leyes de ingresos y derechos.
La estrategia planteada por los legisladores pretende, de manera efectiva, favorecer a la generalidad de los chihuahuenses y revertir el desenfreno recaudatorio emprendido por la administración estatal.
Pedro Torres
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