“La situación que enfrentamos en Europa es urgente y peligrosa, y lo que está en juego para Ucrania, y para todos los estados miembros de la ONU, no podría ser mayor”, apuntó la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, a los miembros del consejo.

Según Thomas-Greenfield, la concentración de más de 100.000 soldados rusos a lo largo de la frontera de Ucrania constituye “la mayor movilización” militar en Europa en varias décadas, y acusó a Rusia de ciberataques y de campañas de desinformación.

“Y mientras hablamos, Rusia está enviando aún más fuerzas y armas para unirse a ellos”, dijo Thomas-Greenfield.

La embajadora también afirmó que eso incluye a los casi 5.000 soldados rusos “con misiles balísticos de corto alcance, fuerzas especiales y baterías antiaéreas” que Moscú ha trasladado a su aliado y vecino más cercano, Bielorrusia. De acuerdo con Thomas-Greenfield, hay evidencia de que Moscú planea aumentar el número de soldados a 30.000 a principios de febrero.

De acuerdo con la embajadora, la agresión de Rusia no solo amenaza a Ucrania, también amenaza a Europa y el orden internacional.

“Una orden que, si representa algo, representa el principio de que un país no puede simplemente volver a trazar las fronteras de otro país por la fuerza, o hacer que la gente de otro país viva bajo un Gobierno que no eligió”, observó.

Mientras Thomas-Greenfield realizaba estas afirmaciones, el presidente de EE. UU., Joe Biden, emitió un comunicado de prensa desde la Casa Blanca en el que afirmaba que Estados Unidos aún busca una salida diplomática para resolver la crisis que se está gestando en torno a Ucrania, pero advirtió a Rusia que están “listos pase lo que pase”.

“Si Rusia es sincera acerca de abordar nuestras respectivas preocupaciones de seguridad a través del diálogo, Estados Unidos y nuestros aliados y socios continuarán participando de buena fe”, dijo Biden. “Si, en cambio, Rusia elige alejarse de la diplomacia y atacar a Ucrania, Rusia asumirá la responsabilidad y enfrentará consecuencias rápidas y severas”.

Estados Unidos ha amenazado con imponer severas sanciones económicas si Rusia invade Ucrania. En 2014, Rusia anexó la península de Crimea de Ucrania y dice que no tiene planes de invadir Ucrania nuevamente.

Respuesta rusa

Durante el Consejo de Seguridad, el embajador ruso, Vassily Nebenzia, trató de bloquear la reunión pública del lunes mediante una votación de procedimiento, pero fracasó para obtener el apoyo necesario.

Aseveró que Moscú no tiene “miedo” de discutir el tema, pero simplemente no entendía por qué era necesaria una discusión.

“El despliegue de tropas rusas dentro de nuestro propio territorio ha ocurrido con frecuencia en diferentes escalas y no ha causado ningún tipo de histeria”, sentenció Nebenzia.

Agregó que los colegas occidentales están actuando como si ya se hubiera producido una invasión y no han presentado evidencia de que esté planeada.

“Nuestros colegas occidentales están hablando de la necesidad de una desescalada, pero ante todo están avivando las tensiones, la retórica y provocando una escalada”, dijo, calificando de “provocaciones” las discusiones sobre una amenaza de guerra.

Según Nebenzia, todos los funcionarios rusos han “rechazado categóricamente” los planes para una invasión y cualquiera que afirme lo contrario está “mintiendo”.

Posición de Ucrania

El enviado de Ucrania dijo, basándose en sus experiencias pasadas con Moscú, que no pueden simplemente aceptar la declaración de Rusia y que Moscú debe retirar sus tropas de las cercanías de sus fronteras.

Una de las principales demandas de Moscú que alimenta la crisis es una garantía de que Ucrania no se unirá a la alianza de la OTAN.

“Ucrania rechaza enérgicamente cualquier intento de utilizar la amenaza de la fuerza como un instrumento de presión para hacer que Ucrania y nuestros socios acepten demandas ilegítimas. No hay lugar para compromisos en cuestiones de principio”, dijo Sergiy Kyslytsya.

“La posición de principios para Ucrania es que tenemos el derecho soberano inherente de elegir nuestros propios arreglos de seguridad, incluidos los tratados de alianza que Rusia no puede cuestionar”, concluyó.

* Parte de la información para este informe provino de Reuters.