Lastimoso el papel que juegan el Partido Acción Nacional y sus diputados en el actual escenario político en el estado de Chihuahua.
Los legisladores albiazules no tienen memoria (¿o será vergüenza?). Que lamentable es ver cómo les han volteado la cara a los ciudadanos chihuahuenses, incluso a los que confiaron en ellos y les otorgaron el voto en las pasadas elecciones.
Cuántas promesas hicieron a los electores en campaña que hoy han tirado en el cesto del olvido, sin asomo alguno de remordimiento, al aprobar sin cuestionar en los más mínimo todas las propuestas provenientes del Ejecutivo, es decir, de la gobernadora María Eugenia Campos Galván, aún cuando muchas de esas propuestas son claramente lesivas para los ciudadanos, sobre todo en materia financiera y, más importante aún, en materia de desarrollo social.
En una complicidad que se da entre PAN y PRI desde tiempos de Carlos Salinas de Gortari a nivel nacional, y que ahora a nivel congreso local recibe el apoyo de los diputados de Movimiento Ciudadano y del Partido del Trabajo, le permiten que contrate créditos a corto plazo, que endeude al estado y comprometa las finanzas públicas más allá de lo que lo hiciera su antecesor y amigo César Duarte Jáquez; que incremente considerablemente y sin justificación alguna el costo de los derechos e impuestos; que se invente la necesidad de vender placas nuevas para los vehículos automotrices a costos muy superiores. En fin, le dan todas las facilidades a su voraz ímpetu recaudador sin tomar en cuenta las nefastas consecuencias para los ciudadanos chihuahuenses, principalmente con motivo de la pandemia que azota al mundo entero.
La ausencia de la gobernante de origen panista en gran parte del extenso territorio chihuahuense es notoria; si en campaña evitó visitar muchos poblados, ya en el poder es claro que no tiene interés por conocer muchos de esos pueblos que, quiéralo o no, le toca gobernar. Pero eso sí, ha emprendido una “gira de trabajo” de 10 días por España, quizá allá si sean más minuciosos sus recorridos por poblados que para quienes habitamos en esta entidad norteña nos son ajenos. Tendría que haber explicado el objetivo de esa gira y los resultados que obtendrá de ella, porque si algo es seguro es que ese viaje que nos muy caro a quienes pagamos impuestos al Gobierno estatal.
Cómo dejar de mencionar cuando el ex diputado panista y hoy funcionario estatal, Jorge Carlos Soto Prieto llamaba a los diputados de la Sexágesima Cuarta Legislatura a no aprobar el replaqueo que pretendió el ex gobernador priista César Duarte Jáquez.
Cito textual el contenido de un video difundido por el ex legislador en aquel entonces: “El gobernador no entiende que no somos sus esclavos, no entiende que él debe trabajar para nosotros y no al revés. Nos subieron el predial, nos impusieron las fotomultas, ahora viene el replaqueo, replaqueo que nos va a costar 1,250 pesos. Hola, soy Jorge y como muchos chihuahuenses no estoy de acuerdo en que el gobernador siga inventando cosas para quedarse con nuestro dinero. Esta ocurrencia va a llegar al Congreso del Estado y los diputados pueden aprobarla, por eso hace unos minutos hice esta solicitud a los diputados para que digan no al replaqueo. Tu también puedes y debes participar… dale like y comparte este video, si quieres que las cosas cambien”.
Un giro de 180 grados en las posturas de los panistas respecto a la forma de ejercer el poder. Una cuando no lo tienen y otra muy diferente cuando ya están en el gobierno.
Pero no es el único caso, hay muchos más. En 2016, el actual presidente municipal de Delicias, también ex diputado local, Jesús Alberto Valenciano García, enarboló como su principal promesa de campaña rumbo al Congreso del Estado que promovería que la revalidación vehicular costara sólo 50 pesos. Una vez sentado en la curul, no solo no cumplió, sino que aprobó el aumento todas las veces que fue solicitado por el Ejecutivo durante los 6 años que permaneció como integrante de la bancada panista en el Legislativo estatal.
El actual coordinador de la bancada del PAN en el Congreso, Mario Humberto Vázquez Robles, no canta mal las rancheras. Como dirigente estatal de Acción Nacional, en 2016 instaló en el exterior de las oficinas de Vialidad en la ciudad de Chihuahua un módulo con la finalidad de mostrar a los ciudadanos los mecanismos jurídico-legales para que pudieran ampararse en contra de la aplicación irregular de fotomultas y el cobro excesivo de la revalidación vehicular.
No queda más que exigir congruencia. Qué bueno que Internet nos permite recuperar joyas como las antes expuestas, para que los ciudadanos puedan apreciar a los panistas en su real dimensión: falsos y doble cara.
Afortunadamente existe una alternativa en los legisladores de Morena, que han emprendido, junto con ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil, una defensa real y genuina de los intereses de los ciudadanos chihuahuenses con la finalidad de revertir los abusos aprobados por el bloque PRI-PAN-PT-MC.
Claro que esa estrategia ha calado hondo en los panistas que, a manera de caja china, de elemento distractor, han presentado una denuncia en contra del delegado de los Programas de Desarrollo del Gobierno Federal por el supuesto desvío de recursos oficiales a las campañas de los candidatos de Morena en las elecciones del año pasado. Se toparán con pared, porque es falso y lo saben.
La actual coordinadora de la fracción panista en el Congreso local, Georgina Bujanda, escribió ayer en su cuenta de Facebook : “Esta mañana acompañé al dirigente estatal de Acción Nacional Gabo Diaz a interponer una denuncia ante el Instituto Estatal Electoral en contra de Juan Carlos Loera, delegado del Bienestar por el presunto uso indebido de recursos públicos para fines electorales”.
Y remata con el hashtag “juntos lograremos más”. No es claro a que se refiere, seguramente a exprimir lo más que se pueda al pueblo, que al cabo la desvergüenza y la desmemoria la cubren siendo mayoría en el Congreso.
Pedro Torres
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