A estas alturas del gobierno federal, debo suponer que es hora de que los ciudadanos preguntemos qué es lo que sucede con las actividades que nuestras autoridades deben de estar haciendo. Enuncio algunas a continuación:
- ¿Qué sucede con las actividades de seguridad pública, realmente se están haciendo acciones preventivas del delito, se ha llevado a la justicia a importantes delincuentes que son responsables de los altos niveles de homicidio, de la penetración del crimen organizado en amplias áreas territoriales del país?
- ¿Qué avances tenemos con la responsabilidad gubernamental de otorgarnos servicios de salud a los mexicanos, tenemos los niveles mínimos de vacunación contra el COVIT-19 a la población para dar inmunidad de rebaño, y hemos mantenido los niveles de vacunación que había en las pasadas administraciones; tenemos los medicamentos necesarios para atender las necesidades de la población; el INSABIN remplazó adecuadamente a los servicios que el Seguro Popular proporcionaba; los servicios del IMSS y del ISSSTE están en mejores condiciones que en las administraciones pasadas?
- ¿En dónde se encuentran las actividades regulatorias y de impulso a nuestra economía, ha aumentado el nivel de inversión nacional y extranjera, se están proporcionando condiciones de seguridad y respeto a la ley para asegurar el crecimiento de la inversión, las dependencias de gobierno trabajan más eficientemente que en las anteriores administraciones, para dar mejores condiciones para el desarrollo de las empresas?
- ¿Qué ha pasado con el combate a la corrupción y con su prevención, se ha fortalecido el sistema nacional anticorrupción, se han atendido adecuadamente las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación, se ha perseguido con contundencia a la corrupción de los gobiernos anteriores, se han dado ejemplos contundentes de que en el actual gobierno se tiene control para evitar la corrupción?
- ¿En que situación se encuentra la educación en el país, hay un orden en los sistemas educativos; hay un buen desarrollo en el desempeño del magisterio; las escuelas se encuentran en buenas condiciones?
- ¿Las actividades de desarrollo y mantenimiento de infraestructura están siendo desempeñadas adecuadamente, fuera de las obras emblemáticas del presidente, hay obra pública en carreteras, infraestructura urbana, portuaria y fronteriza?
- ¿El respeto a los derechos humanos está desarrollándose adecuadamente?
- ¿El respeto al Estado de Derecho se ha incrementado o tiene severos retrocesos?
- ¿En qué situación se encuentra el apoyo a la inversión, al empleo y el combate a la pobreza?
- ¿En dónde se encuentran los niveles de bienestar de los mexicanos?
Ante estas preguntas, realmente no creo que nadie en su sano juicio pueda afirmar que el gobierno federal haya realizado algún cambio, transformación o acción que se dirija a que pudiéremos decir que tenemos algún avance en cualquiera de los temas comprendidos en las preguntas de arriba.
¿Entonces, por qué se está teniendo una respuesta tan contundente y firme de los senadores que pertenecen al partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), en apoyo al presidente de la República, refiriéndose a él como quien “encarna la Nación, a la Patria y al Pueblo”?
Además, afirmaron los senadores de MORENA que “los que se oponen al presidente de México, no son más que un puñado de mercenarios que al ver sus privilegios mancillados luchan con todo su poder económico para que prevalezca el viejo régimen en el que podrían (SIC) hacer sus negocios sucios en la obscuridad. Son unos traidores a la Patria y al Pueblo”. [transcripción parcial de rueda de prensa de 15 de febrero]
Todo parece ser que el actual gobierno y su partido, se encuentran en una gran encrucijada. Muchos ciudadanos dirán que se les está desbaratando el país en pedazos, por eso el discurso oficial se radicaliza al grado de considerar al presidente como encarnando a México en su totalidad y a la oposición como la encarnación del demonio mismo, tildándola, por ser oposición, cómo integrada por “traidores a la Patria”
Sí, se vienen tiempos difíciles, en los que los mexicanos de bien, debemos de cerrar filas para evitar que la polarización en la que vivimos se transforme en una tragedia nacional, en la que los pobres serán los primeros y los más perjudicados.
Ojalá que los mexicanos recobremos la serenidad y resolvamos nuestros problemas en democracia y con respeto al orden que nos da el Estado de Derecho.
Carlos Angulo Parra
Analista político. Abogado corporativo. Fue Diputado Federal en la LXII Legislatura del Congreso de la Unión.
Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.