Pongamos todo en perspectiva
Aunque a nivel continental se ha detectado una disminución considerable de personas infectadas, los fallecimientos han aumentado.
Ante la relajación de las medidas de prevención frente a la COVID-19, como el uso de cubrebocas, evitar viajes innecesarios y reuniones en lugares cerrados y con altos niveles de concentración, la variable Ómicron ha encontrado el contexto perfecto para continuar con su propagación, afectando sobremanera a América Latina y el Caribe, especialmente registrando un aumento en las muertes en la región.
Esfuerzos insuficientes
Aunque en distintas regiones se han llevado acciones para mitigar las consecuencias y el contagio, especialmente por Ómicron, el impacto que ha tenido esta cuarta ola en Latinoamérica se ha salido de las manos de todas las autoridades sanitarias de la región, provocando que nos enfrentemos a un presente, en donde el el incremento de infecciones, representa el aumento de fallecimientos por este padecimiento.
A nivel regional, al menos en los que va de febrero de 2022, aunque las infecciones por COVID-19 poco a poco ceden con respecto al mes anterior, los fallecimientos siguen aumentando en al menos 5.6% de incidencia.
Ómicron, el enemigo que evidenció a la región
Sin dudarlo la aparición de Ómicron en el panorama, fue devastadora para los servicios de salud sanitarios de la región, ya que esta variante volvió a evidenciar los endebles que son los servicios de salud de la región, ya que con cada ocasión que las infecciones se disparan, los costos para las familias aumentan, provocando también que en el corto plazo, los picos de fallecimientos en los análisis semanales, aumenten por semanas.
El problema latinoamericano no es más que no usar las herramientas disponibles
Aunque hoy en día no se cuenta con una cura absoluta para la COVID-19, con lo que sí contamos es con medidas preventivas para poder evitar el contagio, además por supuesto de la vacunación, que está a punto de llevarse a cabo como está recomendada. La llegada de Ómicron nos debe servir como una llamada de atención para retomar todas las herramientas disponibles y frenar así el aumento de fallecimientos y contagios por esta enfermedad.
Afectados principales de esta ola
Al menos la mitad de quienes lamentablemente fallecieron durante la cuarta ola, fueron personas mayores de 65 años, pero muchos otros fueron quienes no habían recibido alguna dosis de la vacuna por COVID-19; esto habla de otro de los problemas con los que cuenta la región ya que las personas que no han sido vacunadas, sin distingo por edad, continúan saturando los servicios de salud y los servicios de cuidados intensivos.
De acuerdo a la Directora de la Organización Panamericana de Salud, Clarissa Etienne, “Ómicron nos ha demostrado que las vacunas que tenemos a la mano, protegen a la mayoría de la enfermedad grave, pero especialmente de la muerte”.
América Latina en números rojos
El continente se encuentra sufriendo, ya que al menos en lo que va del 2022, con cifras de la Organización mundial de la salud (OMS), en América Latina han llegado a fallecer hasta 202 personas cada hora debido a los embates de la última ola por COVID-19. Además en la región, al menos al corte del 18 de febrero del presente año se han notificado 3.3 millones de casos nuevos y al menos 34,000 fallecimientos relacionados en el mismo periodo.
En América del Norte, Estados Unidos registró 17.000 muertes, el número mayor de esa subregión. En América del Sur, las muertes por COVID-19 en Brasil alcanzaron las cifras más altas hasta el momento, estableciendo un récord para esta ola
Los países de Centroamérica y del Caribe registraron un aumento de las muertes por COVID-19, así como un incremento de las hospitalizaciones, que alcanzó el 19% en algunos países y territorios del Caribe oriental.
Hoy no queda más que apretar el paso en las medidas de contención de la enfermedad, ya que al todavía no contar con un antídoto, la pandemia continuará afectando como lo hace hasta el momento. Hoy es tiempo de vacunarse e invitar a que se vacunen los suyos.
Carlos Villalobos
Opinólogo por convicción, fotografo de conciertos, entrevistador y maestro digital. Coordinador de "El Garage Istmeño". Originario de Oaxaca, Oax.