Taipalsaari, Finlandia (VOA) – Unto Hakuli, de 99 años, y su compañero veterano y amigo Tapio Niemi, de 94, todavía viven entre los bosques y lagos helados de la región fronteriza de Finlandia, donde lucharon contra los soldados rusos invasores hace más de 80 años.
La valentía y la habilidad de los defensores en lo que se conoce como la Guerra de Invierno se celebra mucho más allá de las fronteras de Finlandia. Las fuerzas soviéticas invadieron el país 30 de noviembre de 1939. A pesar de superar en número y armamento a los soldados finlandeses, sufrieron grandes pérdidas en medio del implacable invierno nórdico.
Invasión
Niemi recuerda el día de la invasión. “Fue una situación realmente aterradora para un niño pequeño. Tenía 12 años y estaba en la escuela, cuando el maestro vino al aula y nos dijo que había comenzado una guerra entre Finlandia y Rusia y que la escuela estaría cerrada a partir de entonces”.
Cinco años más tarde, Niemi se unió al ejército. Sus tareas incluían llevar los cuerpos de los camaradas muertos en combate.
Finlandia resistió la ocupación soviética total. Pero al final de la Segunda Guerra Mundial, se vio obligada a ceder la región de Karelia, alrededor del 10% de su territorio, a Rusia.
Conocimos a los veteranos en la casa de la familia de Niemi en Taipalsaari, a unos 30 kilómetros de la frontera rusa, donde vive solo en una casa de madera entre bosques de abetos y abedules plateados. A principios de mayo, los vastos lagos de la región aún están congelados. La estufa de leña que ardía durante el largo invierno, se apagó recientemente.
Unto Hakuli se unió al ejército en 1942, tres años después de la invasión soviética. Luchó durante más de dos años en el frente.
“El secreto era que probablemente éramos un poco más competentes que los rusos”, dijo Hakuli a la Voz de América. “Había buenos combatientes en el ejército ruso, pero la mayoría de ellos no sabía cómo pelear”.
Resonancia histórica
Hakuli y Niemi han estado siguiendo de cerca la invasión rusa de Ucrania, que tiene una resonancia histórica particular para el pueblo finlandés.
Se espera que Finlandia solicite unirse a la OTAN en los próximos días en respuesta a la invasión y la amenaza percibida de Rusia, su vecino del este. La frontera de Finlandia con Rusia se extiende unos 1.300 kilómetros desde Karelia hasta más allá del Círculo Polar Ártico.
“Unirnos a la OTAN nos daría hombros más amplios con respecto a nuestra seguridad”, dijo Niemi a la VOA. “Hay muchas opiniones diferentes al respecto, y Rusia, por supuesto, desaprueba que sus vecinos se unan. Aún así, cuando miramos a otros Estados bálticos y, por ejemplo, Polonia, no han sufrido ningún daño porque pertenecen a la OTAN”.
Relaciones rusas
Finlandia y Rusia han vivido en relativa paz durante décadas. Los veteranos de guerra visitaban con frecuencia los antiguos campos de batalla al otro lado de la frontera.
“Cuando comenzó la guerra en Ucrania, nuestra opinión sobre los rusos cambió totalmente”, dijo Hakuli. “Especialmente lo crueles que son los rusos con los ucranianos. Y también afecta a Finlandia cuando consideramos si unirnos o no a la OTAN. Definitivamente pensaría en unirme si me pidieran mi opinión”.
“Está claro que si tenemos que luchar solos contra Rusia, no podemos ganar. Perderemos la guerra y nuestra independencia, que es muy importante para nosotros”, explicó.
Ambos veteranos creen que Ucrania derrotará a las fuerzas rusas.
“No creo que haya una Tercera Guerra Mundial. Creo que Rusia tendrá suficiente con esta guerra, ya que ha perdido muchos hombres y equipo militar”, dijo Niemi.
Hakuli se mostró de acuerdo y agregó: “Cuando Rusia pierda esta guerra en Ucrania, se calmará nuevamente”.
*Mari-Leena Kuosa contribuyó a este despacho.
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