Envuelto en una nube de eufemismos por parte de los diputados prianistas que ni siquiera pudieron mostrar convicción por el capricho que le estaban cumplimentando a la gobernadora María Eugenia Campos Galván, se consumó el regalo de un terreno de 160 mil metros con un costo superior a los 137 millones de pesos a Luis Lara Armendáriz, uno de los principales patrocinadores de la campaña a la gubernatura de la titular del Ejecutivo en Chihuahua.
En este punto cabe preguntarse: ¿Cubre este regalo el pago de los favores recibidos en campaña por parte de Luis Lara Armendáriz a la actual gobernadora de Chihuahua o debemos esperar otras sorpresas en los poco más de 5 años que le restan a la actual administración? ¿Cuántos otros patrocinadores tienen “saldo pendiente” por sus aportaciones a la campaña de Campos Galván y se consideran en este momento con derecho a que se les responda de igual manera sin importar que se les “pague” con el dinero de todos los chihuahuenses?
Da miedo responder a esos cuestionamientos, porque la realidad es que los diputados que integran el bloque mayoritario en el Congreso del Estado ya demostraron que, como argumentó en la sesión de este martes 24 de mayo el diputado Gustavo De la Rosa Hickerson, están dispuestos a obedecer sin pudor alguno los designios de su majestad en esta monarquía que se gesta en Chihuahua desde septiembre del año pasado.
Si la participación de los legisladores panistas y de un priista en defensa del dictamen que materializó el obsequio a American Industries S.A. de C.V. resultó lastimosa, más vergonzoso resultó aún el lloriqueo del coordinador de los diputados albiazules, Mario Humberto Vázquez Robles, quien recriminó las expresiones de unos cuantos ciudadanos que acudieron al pleno para manifestar su inconformidad con el latrocinio que estaban atestiguando, pero nunca se quejó por los aplausos y las porras que un numeroso grupo de empleados del Congreso, que en esos momentos debían estar cumpliendo alguna función laboral dentro de la estructura del Poder Legislativo, realizaban cuando los integrantes de la bancada prianista tuvieron su turno en tribuna durante la discusión del tema en comento.
Si no les importó desviar recursos al utilizar a los trabajadores del Congreso como aplaudidores, tampoco les causó rubor manipular el aparato de comunicación para intentar ocultar las manifestaciones de los diputados de Morena, que subieron a tribuna con sendas mantas que contenían consignas en contra del favorecimiento a empresarios ricos en perjuicio de todos los chihuahuenses, sobre todo de los más pobres, o evitar que se escucharan las expresiones de ciudadanos inconformes ahí presentes.
La transmisión por YouTube de la 75ª. sesión ordinaria del segundo periodo ordinario de la actual Legislatura fue boicoteada por quienes operan las cámaras y micrófonos en el pleno. Las tomas en video se cerraron hasta tomar solo las caras de los diputados para evitar que se leyeran las consignas contrarias al dictamen que se estaba discutiendo, y los micrófonos se cerraban cuando los ciudadanos inconformes gritaban. Asimismo, inhabilitaron la posibilidad de que los ciudadanos que observaban la transmisión pudieran hacer comentarios, todo ello en flagrante violación al derecho de manifestación.
Adicionalmente, la presidenta de la mesa directiva del Congreso, Georgina Alejandra Bujanda Ríos, amenazó a los manifestantes con el uso de la fuerza pública si continuaban con sus expresiones. Total, los prianistas creen que por ser mayoría son propietarios del Congreso y pueden hacer y deshacer a su antojo, aunque la ley diga lo contrario, que el Congreso es la casa del pueblo.
Ya para terminar esta entrega, leía el otro día un artículo periodístico en el que se comentaba que la alumna estaba superando al maestro en eso de desviar recursos o entregarlos a sus amigos o patrocinadores, y lo ocurrido ayer en el Congreso de Chihuahua no hace más que confirmar esa afirmación.
En ese sentido, resulta por demás preocupante la denuncia hecha por un medio de comunicación del estado de Durango, que afirmó que la gobernadora de Chihuahua acudió a esa entidad vecina para entregar 25 millones de pesos al PRI con la finalidad de apoyar la campaña del candidato de este partido a la gubernatura.
Quiero destacar, también y teniendo en cuenta el uso que durante la campaña hizo María Eugenia Campos Galván de la aeronave propiedad de Luis Lara Armendáriz, que el viaje a Durango lo hizo en un vuelo privado y no sería extraño que siga haciendo uso del vehículo de tal empresario, lo cual, en sí, representaría una ilegalidad.
Es probable que poco a poco se vayan reduciendo los saldos que tiene pendientes la gobernadora con sus patrocinadores, pero en esa misma proporción se irá acumulando la deuda con el resto de los ciudadanos chihuahuenses. Al Tiempo.
Pedro Torres
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