Originalmente publicado el 8 de agosto de 2017
El conflicto en la historia del pensamiento, que pretende determinar la preeminencia de la materia o de la idea, se ha caracterizado por el entusiasmo de la humanidad a intentar inventar herramientas materiales y a crear constantemente ideas y, en su caso, acrecentarlas, como instrumentos del pensamiento; generando así, el predominio, alternado, entre la materia y la idea, en cada época y en cada lugar.
La historia, al estimar el dominio de la materia, señala tiempos y lugares en que el desenvolvimiento de humanidad se funda en la experiencia sensible, es decir, en que es conocimiento únicamente lo empírico, que se percibe por los cinco sentidos. Es un desenvolvimiento de la humanidad que se caracteriza por la carencia de desarrollo y únicamente da vueltas en círculo. El aspecto material domina al ámbito de la ideas.
Por otro lado, al considerar la historia la hegemonía de la ideas, el movimiento de la humanidad se cimenta en los mecanismos de percepción, entendimiento y pensamiento. Las ideas como firme factor fundamental impulsa el dogmatismo puro, dedicándose así, la humanidad, también, a moverse en círculo sin encontrar el camino hacia el progreso. Las ideas tienen preferencia sobre la materia.
Es legítima y necesaria la percepción del hombre en lo material con las circunstancias indicadas, pero, bajo la estricta condición de la actitud del hombre de impugnar esa percepción material con las herramientas de las ideas. Al contrario, también, es legítimo y necesario que las ideas se impugnen con las percepciones materiales del individuo. De esta manera dialéctica inicia el desarrollo.
Lo que no es permitido, y sí es preocupante, es la actitud del individuo de someterse, dogmáticamente, a las enseñanzas de las corriente de pensamiento materialistas y también a las enseñanzas de las doctrinas que exaltan las ideas. Careciendo, el individuo, de la actitud de impugnar y objetar a ambas corrientes.
Todas las Corrientes de Pensamiento, los Misterios de las diversas Órdenes Secretas, las Doctrinas de Instituciones Religiosas, entre otras; son eficaces instrumentos de dominio y esclavitud si el individuo se dedica únicamente a obedecer sus prescripciones, sin una actitud crítica.
Las enseñanzas a un individuo de actitud dogmática únicamente le esclavizarán. Es imposible que el individuo se construya por estar cimentada en la debilidad y falsedad del dogmatismo. Su conocimiento tiene de base lo empírico que no se desarrolla, únicamente se repite constantemente.
Más, las enseñanzas realizadas a un hombre con carácter crítico, tendrá la capacidad suficiente de sostener lo universal y necesario de esa enseñanza, de esta manera creará herramientas útiles al hombre en su construcción individual de forma libre y responsable.
La educación oficial pública o privada, únicamente ilustra al individuo, es decir, le dan los conocimientos considerados necesarios en una época y en un lugar determinado. En cambio, en las Ordenes Secretas, que han trascendido a los siglos, no se proporciona el conocimiento del momento, pero si se proporcionan las herramientas conceptuales óptimas para el desarrollo libre y responsable del individuo.
El progreso requiere la unión de las enseñanzas e ilustración que el individuo recibe de las escuelas oficiales públicas y privadas, es decir profanas, y de las ideas que a manera de herramientas recibe el individuo de las Órdenes Secretas, donde el individuo aprende y no para que le enseñe otro individuo porque sería esclavismo.
Un síntoma de desorientación en el individuo es buscar las herramientas de crecimiento en las escuelas oficiales, donde se proporciona la ilustración y educación normal. También es un indicativo de confusión buscar en el hombre que pretende aprender, el conocimiento oficial, en la Orden Secretas, donde únicamente se le da al individuo las herramientas necesarias y útiles para que trabaje en su propio perfeccionamiento.
Es cuanto ¡un abrazo fraterno!
Guillermo Chávez
Abogado. Filósofo. Columnista.
Buen amigo y consejero, entusiasta. Publicamos cada semana tu columna, en tu espacio en tu memoria.
Descansa en Paz.
Hasta pronto querido amigo.