En innumerables ocasiones he oído, leído y visto que se manifiesta, tanto por expertos politólogos, como por académicos, analistas y público general, de que la oposición no tiene proyecto, programa y propuesta.
Su servidor opina que, revisando los principios de doctrina de varios partidos de oposición, se puede establecer este plan para nuestro país.
Todo proyecto y programa debe de partir de la importancia del individuo en su dignidad, con sus intereses particulares como su familia, patrimonio y aspiraciones de crecimiento intelectual, moral y cultural.
Para lograr lo anterior, el ofrecimiento que se puede hacer es que el Estado, a través de sus gobernantes en plena colaboración con los habitantes de nuestro territorio se enfoquen en y realicen los mayores esfuerzos para lo siguiente:
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- Respeto la ley (Estado de Derecho) para que haya orden y se pueda vivir en paz y harmonía.
- Respetar al sistema democrático y a las instituciones del Estado para el control del poder, a través de la transparencia, gobierno abierto y rendición de cuentas.
- Respetar la libertad de todos con el fin de que cada individuo pueda trabajar adecuadamente en la realización de sus sueños y deseos en la vida.
- Reconocer y actuar en consecuencia respecto a que cada persona tiene dignidad por lo que se le tiene que respetar, y sin manipulaciones, impulsarla a hacia lo que cada uno desee.
- Trabajar para crear las condiciones necesarias en el espacio donde cada mexicano vive para que crezca en sus anhelos. Esas condiciones son:
- Seguridad y justicia. Para ello, debe redireccionarse la mayor parte del presupuesto gubernamental, a fin de fortalecer a las autoridades de procuración de justicia y al poder judicial en sus dos niveles. Se deben revertir las estúpidas políticas de “abrazos no balazos”, para cambiarlas a la realización de actividades de inteligencia, rastreo de actividades financieras ilegales y lavado de dinero. Se debe partir del principio de que La seguridad pública se estructura de abajo hacia arriba, de forma subsidiaria. Debe fortalecerse a las fuerzas municipales principalmente, a través del esquema del policía de proximidad (el viejo conocido policía de barrio). Estos policías deben de pasar un estricto examen de confianza con los protocolos federales, ser contratados en consenso entre la autoridad municipal y los vecinos beneficiarios de su vigilancia. Se deben de explorar esquemas de participación privada voluntaria para financiar las precepciones de los policías de proximidad.
- Salud y educación. Restableciendo el Seguro Popular y realizando un análisis a fondo del establecimiento de un sistema efectivo de distribución de medicamentos.
- Vivienda. Debiéndose reestructurar los esquemas financieros de INFONAVIT para que no continúe siendo el crédito hipotecario más caro del mercado.
- Servicios públicos adecuados: agua y saneamiento, pavimentación y alumbrado público, electricidad y gas, infraestructura urbana, sistema carretero y de transporte, telecomunicaciones, puertos marítimos y fronterizos.
- Condiciones económicas tendientes a la inversión que genera empleos con buenos salarios y crea riqueza para el desarrollo, otorgando libertad para el emprendimiento, reduciendo al máximo la tramitología y creando un ambiente de negocios conforme al mercado, con apertura, pero con control del Estado para combatir abusos.
- Apoyo económico para el desarrollo de empresas, a través de préstamos blandos para las MIPYMES.
- Apoyos para los adultos mayores que lo necesiten y personas con discapacidades.
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En conclusión, no se ofrece a un líder que todo lo da y todo lo arregla, la oposición pude ofrecer un gobierno ciudadano y democrático, que respeta las instituciones y coordina con eficacia todas sus dependencias, con servidores públicos capacitados, que ganen salarios adecuados a su responsabilidad y se enfoquen al servicio a la ciudadanía.
La oposición puede ofrecer un gobierno transparente, abierto a la crítica y sugerencias de los ciudadanos, en donde se centre en el servicio civil de carrera y no en repartir puestos como botín.
Todo lo anterior se resume en dos palabras: “bien común”.
Necesitamos un gobierno que genere Bien Común.
Carlos Angulo Parra
Analista político. Abogado corporativo. Fue Diputado Federal en la LXII Legislatura del Congreso de la Unión.
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