Cada día se nos devela de manera más clara que el gobierno de nuestro actual presidente le interesa imponernos su voluntad sin respetar la Constitución y el Estado de Derecho.
Debemos de tener muy claro que nuestro presidente, sin ambages, se nos ha develado ya de una manera muy clara, que lo único que desea con México es una supuesta “transformación” (como si dicho término fuera siempre positivo), con el pretexto de “ayudar al pueblo y a los pobres”.
Sin embargo, en reiteradas ocasiones lo que hemos visto es una toma de poder, ya sea de manera formal o informal, cada vez más clara de nuestro presidente.
Es clara su estrategia que parte del sometimiento que tiene del Poder Legislativo y en parte de la Suprema Corte, que le ha permitido hacer leyes secundarias con clara violación a la Constitución.
Sin embargo, ahora falta ver si no habrá “rebelión en la granja” en la Cámara de Senadores, derivada de la cada vez más grande distancia que el presidente tiene de su coordinador parlamentario en dicha Cámara, Ricardo Monreal, con quien el presidente se ha distanciado, confiando de su fuerza política que cada vez ejercita de forma más grosera con sus seguidores morenistas.
Todo ello nos debe mandar una clara señal de máxima alerta a los ciudadanos de que las condiciones políticas que vienen en las postrimerías del gobierno de López pintan nubarrones negros que se acentuarán con la crisis económica que se hará más aguda a partir del año que entra.
Por eso será necesario que la ciudadanía, y los partidos políticos de oposición, empecemos a mandarle a los legisladores de Morena, y a sus aliados, de que habrá consecuencias de su proceder irracional de obediencia absoluta a su Tlatoani. La primera consecuencia es que no salgan reelectos y queden en absoluta minoría, los que sobrevivan las elecciones.
Se vienen tiempos muy difíciles para nuestro país y grandes amenazas para la democracia y para la paz social. Para eso debemos de estar preparados, actuando solidariamente, con firmeza y compromiso.
Cada vez es más importante concentrarnos en acciones que nos unan como oposición al régimen que se está imponiendo cada vez más a los ciudadanos, sin divisiones inútiles. Por lo que es imprescindible que la oposición, de una vez por todas, vaya unida para la selección de una candidatura única a la presidencia de la República, a través de elecciones primarias, ya sea administradas por el INE o por los integrantes de la coalición Va por México.
De esta manera se elegiría una candidatura popular resultante de una amplia precampaña nacional altamente legitimada que le haría frente a una candidatura de Morena, resultante de una encuesta a modo, en donde haya una clara intervención de López para su postulación.
Respecto de la imposición que el presidente le quiera hacer al Congreso de la Unión para que inconstitucionalmente legisle en darle el mando a la Secretaría de la Defensa Nacional de la Guardia Nacional, y después de que la Cámara de Diputados, sin respetar procedimiento parlamentario alguna, no le “quitó ni una coma” a la iniciativa presidencial al respecto, ahora le toca a la Cámara de Senadores actuar como cámara revisora de la Minuta enviada por los diputados.
El Senador Monreal ha manifestado en varias ocasiones no estar de acuerdo en que una ley secundaria (Ley Orgánica de la Administración Pública Federal), vaya en contra del dictado de la Constitución establecido en el artículo 21.
Así que se pueden suceder situaciones en las que el régimen puede empezar a resquebrajarse debido a que el presidente ha venido “estirando demasiado la liga” al grado de que Morena se empiece a dividir, y eso que aun no se determina la candidatura de Morena a la presidencia de la República.
Por todo lo mencionado, ahora más que nunca, los ciudadanos debemos de estar atentos a los acontecimientos políticos que sucedan para estar preparados a tomar las acciones necesarias para unir a la oposición a parar a este régimen autoritario que el presidente pretende imponernos
Carlos Angulo Parra
Analista político. Abogado corporativo. Fue Diputado Federal en la LXII Legislatura del Congreso de la Unión.
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