Babel, deriva del hebreo baibál que significa “confundir”. Si bien, referida como una leyenda en la tradición de la religión cristiana, la Torre de Babel es referenciada en algún momento de la historia de Grecia y de África Oriental por lo que probablemente se trató de una edificación real en la Babilonia del Siglo VI A.C.
Más allá de las creencias religiosas, la leyenda hace referencia a lo que, desde el inicio de los tiempos del ser humano ha sido un factor causante de problemas: las diferencias que en su mayoría se relacionan con la falta de entendimiento y la incomunicación que requieren de acuerdos y consensos para combatir sobre todo, la soberbia.
Siglos después, el actuar de la presente administración estatal recuerda aquella leyenda: con arrogancia, bombo y platillo se anuncia la creación de una Torre, la Torre Centinela, edificio con la última tecnología, vigilante que se erige en Ciudad Juárez a manera de garante de la seguridad de la población. ¿Será entonces la Torre Centinela la panacea a todos los males?
En estas líneas se duda de lo anterior, sobre todo cuando, con la MITAD de lo que se gastará en la construcción de esta ambiciosa edificación, se podrían comprar más de 5 mil aulas móviles para impartir clases a más de 200 mil alumnos chihuahuenses, cifra que cobra relevancia si tomamos en cuenta que tan solo en Ciudad Juárez, de acuerdo con la misma Subsecretaría de Educación y Deporte, 43,365 niñas y niños de entre 3 y 5 años de edad no asisten a la escuela; pero sobre todo, cobra relevancia cuando la educación es sin duda una herramienta que previene la incidencia delictiva.
Estrategias en combate a la inseguridad hay infinidad; algunas probadas, la mayoría lamentablemente casos fallidos, lo que nos lleva a lo siguiente: ¿No será necesario replantearnos la pregunta para partir de aquellos factores que generan la inseguridad? En ese entendido, encontramos que aquella estrategia efectiva será la que combata el problema tomando en cuenta todas las variables involucradas, lo que nos lleva a dudar de si destinar más de 4 mil millones de pesos a una edificación sea no solo pertinente, sino efectivo.
La duda aumenta cuando, desde la opacidad y contrario a los procesos democráticos, se ha adjudicado directamente para la construcción de esta Torre que busca romper con paisaje urbano de la ciudad, a la empresa SeguriTech, cuyo actuar ha sido puesto en tela de juicio.
La historia se repite, pero no solo la historia antigua sino la de sexenios anteriores, con la diferencia de que ahora se recurre a querer dotar de simbolismo a un edificio mientras se carece de acciones puntuales, lo cual no solo es indignante sino vilmente inútil.
Tal como entonces, ante el empecinamiento de algunas personas, veamos cómo se erige la Torre de Babel actual, símbolo de la audacia y de la osada voluntad de jugar a ser omnipotentes para, desde la seguridad de esos 20 pisos, velar cómodamente por su seguridad.
Benjamín Carrera Chávez
Doctor en Problemas Económicos por Universidad Autónoma Chapingo.
Actualmente Diputado Local por el 5to Distrito de Chihuahua, Profesor-investigador en el Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la UACJ y miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT, Nivel 1.
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