Participa la secretaria de Bienestar en la revisión de avances de la Estrategia Nacional para la Prevención de las Adicciones, que atiende a la población vulnerable.
Ciudad de México (ADN / Martín Orquiz) – La actual administración construye una política de bienestar con una visión distinta: la del ejercicio pleno de los derechos de manera integral, con prioridad en las poblaciones más vulnerables y en las personas jóvenes, y sin estigmas, declaró la secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel Reyes.
La funcionaria federal participa en una reunión en la que se supervisan los avances de la Estrategia Nacional para la Prevención de las Adicciones (ENPA), Juntos por la Paz, realizada en el Complejo Cultural Los Pinos.
“Hoy se tiene la posibilidad de tener un estado de bienestar construido desde la paz”, dijo. “Seguimos transformando a México construyendo el Estado de Bienestar para todas las comunidades, atendiendo las causas de la desigualdad”.
El 5 de julio de 2019, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, presentó la estrategia, que nació como un compromiso colectivo y como un esfuerzo interinstitucional, de los tres órdenes de gobierno y de la sociedad en su conjunto, para reducir el consumo de drogas.
En 3 años, y a través de 2 millones de actividades preventivas y comunitarias en todo el territorio, se han alcanzado 25 millones 628 mil 645 personas.
El coordinador general de Comunicación Social y vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, señaló que la ENPA rompe los paradigmas tradicionales, ya que pone a la comunidad en el centro de la paz, de la salud, del bienestar y de la democracia ya que se atiende el problema de las adicciones desde una perspectiva de salud, vida digna y no discriminación, dejando atrás la política criminalizadora.
La estrategia, indicó el secretario del Consejo de Salubridad General (CSG), Marcos Cantero Cortés, surge como un esfuerzo del gobierno federal para realizar acciones que impacten en las personas, comunidades, niñas, niños y jóvenes; sobre todo en las y los usuarios de sustancias psicoactivas y quienes padecen un trastorno mental.
Agregó que la prioridad de esta administración es construir políticas públicas que beneficien a las personas y a las comunidades históricamente vulnerables, con base en el conocimiento de sus diferentes realidades y respeto a sus derechos humanos.
La secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya, explicó que la escuela tiene un papel primordial, ya que desde ahí se construye comunidad y se impulsan factores protectores como los hábitos de vida saludable, ejercitación física y buena alimentación.
Mencionó que en la escuela se tiene que combatir la exclusión, la discriminación, el acoso y la violencia. Expuso que la escuela no sólo tiene que impedir que ingresen promotores de dispositivos, sustancias tóxicas y peligrosas, sino también desalentar su consumo con actitud proactiva, con las herramientas del conocimiento, el análisis y la reflexión.
Sobre el tema, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, indicó que la ENPA sienta las bases para romper el paradigma convencional, opresor y persecutorio del combate a las drogas, y pasar a una política humanista y social que atienda las causas directas del consumo, como son los determinantes sociales y emocionales.
Este programa, subrayó, no es una política vertical, acartonada o protocolaria; cobra vida en el tejido social, y en la medida en que se articulen todas las políticas públicas con un sentido amplio de bienestar y salud habrá un cambio de conciencias, prácticas y dinámicas sociales que determinan el consumo de sustancias.
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