Muchas narrativas, comparaciones, preguntas, reproches y hasta una búsqueda incansable de culpables, se han realizado en los últimos tiempos, con el tema de las eficacias y eficiencias de las policías en el país, centrándose fundamentalmente el debate en el nivel federal.
El actual régimen político desde la campaña política electoral, asevero y argumento que era un gran error del sexenio 2006-2012 haber declarado -la guerra al narcotráfico- así como haber sacado a los militares de sus cuarteles -SEDENA, SEMAR- que ellos de llegar al gobierno, se comprometían a retirarlos de las funciones policiacas y los retornarían a los cuarteles. Iniciado el actual gobierno se dieron a la tarea de inmediato, de desmantelar la Policía Federal, por corrupta, y crearon el andamiaje jurídico y administrativo para establecer la Guardia Nacional y se otorgaron de plazo hasta marzo del 2024 para que el ejército los siguiera apoyando, mientras que, adquirían las capacidades técnicas y científicas para combatir los delitos que son competencia del orden federal; a cuatro años de haber iniciado la creación y consolidación de esta nueva corporación policiaca, se da cuenta el titular del poder ejecutivo federal, que no se ha podido consolidar la ya famosa Guardia Nacional y envía la iniciativa de modificación constitucional, para que se prorrogue la estancia del ejército y de la marina en las calles, y seguir apoyando su estrategia para dotar a los elementos de la Guardia Nacional de capacidades policiacas, y este nuevo plazo, trasciende al actual gobierno por 4 años, es decir, se solicita hasta marzo de 2028.
En este ir y venir de narrativas, de decir unas, y al poco tiempo desdecirlas, se ha centrado o se quiere hacer centrar la discusión, sobre todo en la etapa legislativa de la modificación constitucional, de que las autoridades estatales -no todas- no quieren ampliar el plazo en comento, pero por otro lado si solicitan la presencia de la Guardia Nacional, del ejército y marina en los territorios estatales, pareciera ser que el Gobierno de la República, realiza una graciosa concesión a los habitantes de las entidades federativas, al enviar a la Guardia Nacional o al ejército y marina, a combatir los delitos del fuero federal, a los ciudadanos les queda claro que no es una concesión, sino una obligación constitucional y que, como tal, no debe ser a petición de parte, el tener de forma permanente, una policía de origen federal, que atienda estas obligaciones.
Como un tema, en esto del discurso federal, que echa la culpa literalmente a las autoridades locales, que no hayan profesionalizado las policías locales estatales y municipales. y por ello es necesaria la presencia de la Guardia Nacional -esta obligación constitucional ya fue aclarada en el párrafo anterior- de forma sucinta menciono el FORTASEG: el año fiscal 2018 ultimo año del sexenio anterior, se dio al Estado de Chihuahua, para apoyar a los 7 municipios con mayor índice delincuencial, 168 millones de pesos por parte del PROGRAMA DE FORTALECIMIENTO PARA LA SERGURIDAD, para el año fiscal 2020, el actual régimen ya lo había reducido a 101 millones de pesos, solo para apoyar a 5 municipios; con los indicadores de delitos creciendo, el FORTASEG en vez de incrementarse, fue disminuyendo, y resulto paradójico e increíble que este programa lo desaparecieron para el presupuesto de egresos 2021, y así continua hasta a la fecha.
PUES ASÍ, ¿CÓMO VAMOS A TENER POLICIAS EFICACES Y EFICIENTES? Está demostrado que no los tenemos a nivel federal, con esta falta de apoyos de parte de la federación, como lo es la desaparición del FORTASEG; queda claro que la estrategia de disolver la Policía Federal, para dar paso a la tan anunciada Guardia Nacional, no ha dado los resultados que tanto se han intentado socializar, y en los hechos, piden que se prorrogue la presencia militar en las calles de México, en un hecho meta sexenal hasta el 2028, como si cuatro años más, fueran una garantía para todos los mexicanos, de que a partir del próximo sexenio si funcionara, y funcionara muy bien; como algo adicional, pero, de gran trascendencia queda la modificación a las leyes secundarias, (la prometida Guardia Nacional debería estar funcionando como una policía) que han dado paso a que estos cambios, hacen depender a la GN, en todos los sentidos, de la Secretaria de la Defensa Nacional, es decir son legal, técnica y administrativamente de mando castrense.
No es echando culpas y sobre todo tratando de eludir responsabilidades constitucionales, como se sacará a los habitantes de este gran país, de la grave crisis de inseguridad pública, nomás hay que echarle un vistazo a la cantidad inhumana de asesinatos violentos que van en los últimos 3 sexenios, ¡marcando una tendencia de crecimiento, sin parangón alguno!
Frases para reflexionar:
“La ausencia de proyectos es la madre de la delincuencia”
Charles Henry Parkhurst, reformador social estadounidense, (1842-1933)
Gerardo Hernández Ibarra
Licenciado en Administración Pública por la UACH. Ha desempeñado cargos públicos como Delegado Regional de Desarrollo Urbano y Ecología, Secretario Particular del Presidente Municipal, Director General de Desarrollo Social, entre otras responsabilidades.
Ha participado en diferentes organizaciones como el SNTSS Sección VIII, SNTE Sección 42 y de la Federación Estatal de Administradores Públicos, de la cual es fundador.
Diputado Federal Suplente 1991-1994 y Diputado al Congreso del Estado 2010-2013.
En la actualidad es docente de nivel secundaria y asesor voluntario en escuela abierta del mismo nivel. Escribe artículos y participa como comentarista en programas de radio e internet, desde el año 2018.
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