La app para smartphones dejaría de funcionar a la medianoche del lunes, lo que implicaba que los desplazamientos de los vecinos dejarían de quedar registrados, lo que podría reducir las posibilidades de que se vieran obligados a hacer cuarentenas por visitar lugares con alta concentración de contagios.
El Partido Comunista, que gobierna el país, no permite verificaciones de terceros de sus herramientas digitales y en el pasado se han empleado aplicaciones similares para reprimir la libertad de expresión y desplazamiento. Forma parte del mismo paquete de aplicaciones que el código de salud, aún está en funcionamiento.
El gobierno anunció la semana pasada de forma repentina que pondría fin a muchas de las medidas más draconianas contra el virus. La decisión seguía a tres años de confinamientos, restricciones de viajes y cuarentenas para los que se desplazaban entre provincias y ciudades, así como pruebas diagnósticas obligatorias y requisitos de mostrar certificados de salud para acceder a espacios públicos.
El mes pasado se registraron protestas en Beijing y otras ciudades por las restricciones, que derivaron en peticiones de renuncia del presidente, Xi Jinping, y el Partido Comunista, unas reivindicaciones políticas públicas que no se habían visto en décadas.
Aunque recibido con alivio, el levantamiento de restricciones también ha provocado un temor a una nueva oleada de contagios que podría sobrepasar los recursos de salud en algunos lugares.
El gobierno de Xi aún sigue oficialmente comprometido con erradicar la transmisión del virus, el último país grande que mantiene ese objetivo. Pero las nuevas iniciativas sugieren que el partido tolerará más casos sin imponer cuarentenas, aislamientos o cierres de negocios, dentro de una retirada gradual de la estrategia “cero COVID”.
Ante la perspectiva de un repunte de los casos de COVID-19 China está habilitando más camas de cuidados intensivos y trata de reforzar la capacidad de los hospitales para gestionar casos graves.
Al mismo tiempo, el gobierno cambió de rumbo al permitir que las personas con síntomas leves se recuperen en casa en lugar de enviarlas a hospitales de campaña, que se han vuelto célebres por el hacinamiento y la mala higiene.
Reportes en la internet china, estrechamente controlada por el gobierno, intentaban tranquilizar a un público nervioso y afirmaban que las restricciones seguirán retirándose y los viajes, los servicios de restaurante en interiores y otra actividad económica pronto regresarán a las condiciones previas a la pandemia.
Hace tiempo que los líderes chinos atribuyen a la estrategia “cero COVID” el mérito de mantener las cifras de casos y muertes muy por debajo de otros países, aunque las autoridades médicas dicen ahora que la variante ómicron más prevalente supone un riesgo mucho menor.
¿Quieres compartir información o enviar boletines de prensa?
Envíanos un correo.
¿Tienes dudas? ¿Necesitas verificar alguna noticia?
No dudes en enviarnos un correo, con gusto la verificamos por tí.
Síguenos en nuestras redes sociales.