Como decía Don Jesús Reyes Heroles, en política “la forma es fondo”; hemos visto como desde principios del año, el gobierno federal fue anunciando y perfilando, lo que buscaba afanosamente desde la misma campaña electoral, llevar a cabo, una muy suya reforma electoral; el marco de este perfilamiento fue una enconada lucha del titular del Poder Ejecutivo del país contra algunos de los Consejeros del INE, principalmente con el Consejero Presidente Lorenzo Córdova Vianello; aunque en términos generales el ambiente político del país se encuentra seriamente dividido y polarizado, en gran medida porque, desde el podio mañanero se atiza una serie de calificativos contra la oposición partidaria, casi todos los días.
Finalmente surgió desde la Presidencia de la Republica una iniciativa de ley, que contemplaba modificaciones constitucionales, con una serie de pretensiones que iniciaban por modificar la forma de elegir a los Consejeros del INE y a los Magistrados Electorales, sacando el proceso de una selección técnica y política, y dejarlo en una elección popular con candidatos propuestos por los 3 poderes del estado mexicano, y así sucesivamente una serie de propuestas que contenía la iniciativa, por su misma temática desde un principio hubo resistencia por parte de la oposición.
Para llevar a cabo una reforma constitucional se requiere una mayoría calificada, que el partido oficial no podría lograr sin el apoyo del PRI y viceversa la oposición requería del mismo partido para que no se aprobara; finalmente fue sometida a votación y no fue aprobada; pero como esto, ya lo sabían en Palacio Nacional se prepararon, con lo que denominaron el Plan B.
El Plan alterno solo requería de mayoría simple para su aprobación, ya que solo contiene reformas a 5 leyes secundarias y la creación de otra, lo que implica reformar más de 450 artículos; el martes 6 al filo de las 18:00 horas se voto la reforma constitucional y solo obtuvo 269, contra 225 en contra y una abstención, de 330 necesarios para triunfar; el mismo 6 de diciembre el Secretario de Gobernación Adán Augusto López, prácticamente convertido en el diputado 501, ya estaba presentando y cabildeando el llamado Plan B, con toda la intención de que desechada la reforma constitucional, inmediatamente entrara a discusión y en su momento a votación, el reinicio de la sesión se dio pasadas las 22:00 horas, y recurriendo a su mayoría simple Morena, PT y PVEM, aprobaron una vía rápida, que aun siendo legal, no consideraron o simplemente no le dieron la mayor importancia, a que por su trascendencia en la vida democrática del país, era obligado un proceso de consulta y consenso con las demás fuerzas políticas para llevarla a cabo, además falto un ejercicio de socialización para que los ciudadanos y los medios de comunicación también la conocieran.
Desde 1977 México ha tenido 8 grandes reformas electorales, en todas se consideraron los planteamientos de la oposición, aun mas, surgieron de demandas de los partidos que no estaban en el gobierno, y principalmente se dieron durante la primera mitad de los sexenios correspondientes, no en la segunda parte, y todas provenían de auténticas demandas políticas de los partidos de enfrente, en el caso en comento, como se puede apreciar surge desde el poder mismo. El caso que más ejemplifica el consenso, es la reforma política de 1977, impulsada por el entonces Secretario de Gobernación Jesús Reyes Heroles, surgió de una contienda un año antes en 1976, donde el PRI libro una liza electoral solo, sin oposición alguna, de ahí partió la propuesta de reforma que considero a la izquierda mexicana, al Partido Comunista como ejemplo, así como otras fuerzas, y la representación de la Cámara de Diputados subió hasta 400 integrantes, el Gobierno de la Republica de ese tiempo, consenso y considero a quienes no detentaban el poder público.
El Plan B fue aprobado en menos de 6 horas por 267 votos a favor y 221 en contra, antes de las 3:00 horas, del día 7 de diciembre.
Esta reforma a diversas leyes secundarias y la forma o mecanismo en la fue sometido a votación, es un autentico atropello a las mas elementales formas de hacer política, simplemente en uso de la posición política partidaria que ostenta el oficialismo, decidieron pasar por encima del dialogo, el debate, el consenso, etc. no hay razón política de peso para que ejecutaran esta vía rápida, ¡nada los urgía!, solo la demostración de que el poder es para ejercerlo a plenitud, aun a costa de que el ambiente previo a la elección de 2024, se siga sobrecalentando; pero cada quien de los actores de esta reforma, habrá de asumir el costo político que le corresponda.
Frase para reflexionar
“Vota a aquel que prometa menos. Será el que menos te decepcione”
Bernard M. Baruch, financiero y asesor político estadounidense, (1870-1965)
Gerardo Hernández Ibarra
Licenciado en Administración Pública por la UACH. Ha desempeñado cargos públicos como Delegado Regional de Desarrollo Urbano y Ecología, Secretario Particular del Presidente Municipal, Director General de Desarrollo Social, entre otras responsabilidades.
Ha participado en diferentes organizaciones como el SNTSS Sección VIII, SNTE Sección 42 y de la Federación Estatal de Administradores Públicos, de la cual es fundador.
Diputado Federal Suplente 1991-1994 y Diputado al Congreso del Estado 2010-2013.
En la actualidad es docente de nivel secundaria y asesor voluntario en escuela abierta del mismo nivel. Escribe artículos y participa como comentarista en programas de radio e internet, desde el año 2018.
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