Es otro golpe para Trump, de 76 años, quien fue sometido dos veces a juicio político por la Cámara Baja bajo el control de los demócratas y absuelto por el Senado.
A principios de este mes, el comité de la Cámara de Representantes que investigaba el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 recomendó a los fiscales federales que acusaran a Trump de cuatro delitos, entre ellos obstrucción e insurrección, por su papel en los disturbios.
El presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara Baja solicitó las declaraciones de impuestos en 2019, alegando que el Congreso las necesitaba para determinar que se cumplía una ley sobre los impuestos presidenciales.
Los republicanos dijeron que la decisión podría conducir a usar como armas las declaraciones de impuestos personales y advirtieron que los miembros del partido que asuman el control del panel en enero estarán presionados a seguir el mismo camino contra demócratas prominentes.
Trump, quien asumió la presidencia en 2017, fue el único candidato presidencial en varias décadas que no divulgó sus impuestos e incluso demandó a la comisión para tratar de mantenerlos privados, pero los magistrados de la Corte Suprema votaron a favor de la comisión.
En un reporte la semana pasada, la comisión dio a conocer un examen preliminar de los documentos en que dijo que el Servicio de Rentas Internas violó sus propias reglas al no auditar a Trump por tres de los cuatro años en que fue presidente.
Detalles anteriormente liberados por el panel reflejaron que Trump no pagó impuestos por ingresos en 2020, su último año completo en la Casa Blanca, a pesar de acumular millones de dólares en ganancias de sus imperio comercial.
Los registros muestran que los impuestos y responsabilidades de Trump fluctuaron drásticamente desde 2015 a 2020, durante su primera candidatura presidencial y sus cuatro años como presidente.
Los documentos reflejan que Trump y su esposa Melania reclamaron grandes deducciones y pérdidas y pagaron muy pocos impuestos o ninguno en varios de esos años.
Los demócratas estaban escasos de tiempo para encontrar una vía para manejar las declaraciones una vez que las obtuvieron, debido a que los republicanos tomarán el control de la Cámara Baja en enero.
La Cámara de Representantes actual controlada por los demócratas aprobó un proyecto antes de salir al receso de invierno que hace obligatorio al Servicio de Rentas Internas completar las auditorías a las declaraciones de impuestos de los presidentes dentro de los 90 primeros días de su investidura.
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