Líderes de gobierno, de asociaciones civiles y religiosas aplaudieron el anuncio que hiciera la Casa Blanca el jueves por la mañana y ahora se preparan para plantearle las necesidades que padecen para atender la crisis humanitaria.
El Paso, Texas (ADN / Arturo Hernández) .- La visita del presidente Joe Biden a la ciudad de El Paso, este domingo 8 de diciembre, provocó el entusiasmo de la comunidad al considerar que su estancia podría coadyuvar a desaparecer la crisis migratoria que se tiene desde hace varios meses.
Líderes de gobierno, de asociaciones civiles y religiosas aplaudieron el anuncio que hiciera la Casa Blanca el jueves por la mañana y ahora se preparan para plantearle las necesidades que padecen para atender la crisis humanitaria así como de enterarse del trabajo realizado por las diversas agencias locales para darles cobijo y alimentos.
“El Paso ha sido el epicentro de esta crisis humanitaria. Estamos sintiendo los efectos de décadas de políticas de inmigración fallidas y obsoletas” afirmó la congresista federal Verónica Escobar, luego de mostrar su orgullo al haber atendido la invitación que le hiciera para que viniera a esta ciudad.
Indicó que si bien la mayoría de los republicanos se han centrado en gran medida “en los puntos políticos que obtienen cada vez que se lanzan en paracaídas sobre mi distrito y proponen más de los mismos fracasos en política e innovación, he estado trabajando incansablemente con el gobierno local y las organizaciones no gubernamentales por igual para navegar nuestro irremediablemente obsoleto sistema de inmigración”, enfatizó la legisladora.
Oscar Leeser, alcalde de El Paso manifestó que si bien el presidente Biden está plenamente consciente de los desafíos que se han enfrentado en esta región siempre es importante y útil ver las cosas con sus propios ojos, al referirse a la presencia del mandatario federal que por primera vez estará en la ciudad desde que asumió su mandato.
“Apreciamos mucho que se haya tomado el tiempo de visitar El Paso y ver por sí mismo no solo a lo que nos enfrentamos, sino también la increíble colaboración entre todos nuestros socios en este tema.
En un comunicado de prensa enfatizó que espera discutir en corto los desafíos de inmigración y trabajar con él de la manera más humana posible mientras se cumplen las leyes establecidas en los Estados Unidos”.
Pero mientras algunos consideran su visita como una luz de esperanza y ayuda para aliviar la crisis migratoria la Red Fronteriza por los Derechos Humanos -BNHR- la calificó como decepcionante, luego de que se anunciara el nuevo programa de atención a los migrantes para evitar los peligros que enfrentan desde que salen de sus países de origen.
“Es desafortunado, es decepcionante el contexto en que se da la visita porque lo que anunció – ayer jueves – es que extiende el programa ilegal anti-inmigrante que se llama Título 42”, dijo Fernando García, director de BNRH al referirse al tratamiento que se les dará a los refugiados de los países de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. Calificó la iniciativa como anti-inmigrante sustentada con herramientas trumpistas.
Y es que el Departamento de Seguridad Nacional -DHS- comenzará el nuevo proceso de permiso humanitario para personas de Nicaragua, Haití y Cuba, mientras continúa con el programa para venezolanos que se anunció en octubre de 2022. El DHS anunció que admitirá a 30.000 personas de estos cuatro países al mes. El objetivo es llevar un proceso ordenado y humanitario, quien viole la nueva ley será castigado cinco años.
Ante ello anunció una movilización de protesta para este sábado 7 de diciembre a las 11 de la mañana para plantear la demanda de soluciones reales. El evento iniciará con una conferencia de prensa en el barrio ‘Chihuahuita’ y de ahí iniciará una marcha que recorrerá varias calles, pasará por la iglesia Sagrado Corazón y concluirá en el Parque Armijo, ubicado en el 700 de la calle Séptima, en el Segundo Barrio.
“Nosotros hemos sido muy críticos de lo que está haciendo el presidente que ha fallado la promesa de una política migratoria fronteriza, más humana”, dijo el activista.
Para el sacerdote jesuita del Sagrado Corazón Rafael Garcia, la noticia le causó buena impresión ya que será una gran oportunidad para que vea la realidad…”siempre el ver las cosas de cerca impacta por lo que espero que sea de beneficio para las personas que piden asilo y que sea más justo para todos”.
El padre García quien ha estado en el epicentro de la crisis migratoria al tener a cerca de 300 migrantes alrededor del templo y atiende directamente a 120 en el albergue que abrió el pasado 13 de diciembre, en especial a mujeres u hombres con niños, dijo albergar esperanzas de que el presidente acuda a ese lugar para que escuche las demandas de los refugiados.
Otro de los líderes que vio con buenos ojos la visita del mandatario fue Rubén García, director de Casa Anunciación quien al igual que el padre García se pronunció por que se dé solución en lo inmediato a las familias migrantes.
“Estoy muy agradecido de que él venga y vea la realidad tal y como la estamos viendo nosotros aquí… Creo que él podría ayudar a resolver este problema de los cientos de personas que duermen a la intemperie alrededor de la iglesia”.
No obstante coincidió en el pensamiento de Fernando García en el sentido de que primero es resolver lo inmediato y luego aplicar la extensión del Título 42 a originarios de Cuba Haití y Nicaragua. “Eso es simplemente seguir con la política de Donald Trump, expulsar a todo mundo.
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