Cientos de migrantes que han llegado a Miami en los últimos meses, sobre todo cubanos, han “llenado” las calles de la ciudad con motos de bajo cilindraje también llamadas “mopeds”, un medio de transporte asequible y una alternativa para quienes aún no regularizan su estatus.
Estados Unidos (VOA) – Los cubanos recién llegados en los últimos meses a Miami han llenado la ciudad de pequeñas motos de bajo cubicaje o eléctricas, conocidas como “mopeds” en Estados Unidos, pero que en Cuba se les dice “motorinas”.
Los altos precios de la gasolina y los autos, pero sobre todo la posibilidad de registrarlas sin una licencia de conducir, – aunque, al contrario de lo que muchos piensan, el carnet sí se necesita para conducirlas- han provocado un aumento en la cantidad de motos de bajo cilindraje en las calles, avenidas, y hasta en los expressways de Miami, agregando más complejidad al ya difícil tráfico, pero sirviendo de salvavidas a muchos.
“Gracias a eso los recién llegados pueden moverse por todo Miami, yo mismo lo hago”, dijo a la Voz de América José Blanco, un cubano que llegó hace poco más de un mes a la Florida y que trabaja en una tienda llamada El Rey de las Motos, ubicada en el suroeste de la ciudad, donde apenas se puede caminar por la cantidad de mopeds expuestas.
“Gracias a Dios me dieron parole cuando entré, unos días antes de que cerraran la frontera con México, y ya aquí encontré trabajo. Me siento afortunado”, confesó Blanco.
Las “moticos” sirven “lo mismo para ir para el trabajo que para hacer los papeles, porque no todos los familiares te pueden llevar siempre al Children and Family (Departamento de Niños y Familia)”, donde se solicitan beneficios como sellos de alimentos o Medicaid, dijo Blanco. “Como recién llegado, uno tiene que buscar la manera de moverse y no ser una carga. Gracias a las scooter, bueno, ya uno se puede mover”, agregó.
Miami, donde vive la mayor comunidad de cubanos fuera de la isla en EEUU, ha recibido en los últimos meses una oleada de inmigrantes en medio de un éxodo histórico desde la isla que ha superado todos los registros anteriores combinados. A diferencia de los cubanos que arribaron durante los éxodos del Mariel o la llamada Crisis de los Balseros de la década de 1990, muchos de los recién llegados no cuentan con un estatus migratorio que les permite obtener una licencia de conducir.
En una ciudad donde el sistema de transporte público no va al ritmo del extraordinario crecimiento poblacional y el auto es por mucho el medio más utilizado para desplazarse, muchos cubanos recién llegados y sin un estatus legal claro han optado por las mopeds, que son mucho más baratas que un auto y le resultan familiares por las “motorinas” que inundan la isla caribeña.
En Cuba, un auto de varias décadas de antigüedad puede llegar a costar de 20.000 a 30.000 dólares, una fortuna en un país donde el salario medio no sobrepasa los 30 dólares al mes, y la alternativa de transporte para muchos ha sido la moto eléctrica, conocidas popularmente como “motorina”, que en la isla se venden por debajo de los 2.000 dólares, un precio todavía elevado, pero asequible, sobre todo para quienes reciben remesas desde el exterior.
La inflación ha afectado todos los niveles de la vida en EEUU. Los migrantes acabados de llegar se han encontrado con que los precios no son los mismos de hace pocos años atrás.
“Cuando llegué en el 2019, se podía encontrar un transportation (auto de uso) por $7.000 o incluso menos. Ahora con eso no te encuentras nada que sirva”, dijo a la VOA Yaneisy Silva, una habanera radicada en Miami. “Ni hablemos de las rentas y el precio de la comida”, agregó.
Tampoco es el puerto seguro que era antes para los cubanos, que aunque todavía disfrutan de beneficios migratorios únicos, ahora lo tienen más difícil para regularizar su estatus migratorio, después del fin de la política de pies secos/pies mojados en 2017.
Desde entonces, los cubanos que entraban de manera irregular por la frontera debían pedir asilo y muchos recibían como único documento una orden de liberación bajo supervisión, un documento conocido como I-220A, que no garantiza ningún estatus migratorio y no es válido para solicitar una licencia de conducir en el estado de la Florida.
“Ahora hasta lo tienes más difícil para conseguir los papeles, muchos de las personas que conozco tienen solo el formulario I-220A para presentar su caso de asilo y con eso no puedes solicitar una licencia de conducción, es todo más complicado”, explicó Silva, que ejercía como abogada en Cuba.
“En los países de nosotros desgraciadamente es muy difícil tener un carro o hasta una moto. Una Suzuki de 125 CC, por ejemplo, te costaba 5.000 o 6.000 dólares, pero una eléctrica entre 1.800 dólares y 2.000 dólares. Te comparabas entonces una de estas, y te pasabas tres días dando rueda con una carga”, agregó Blanco.
“Derechito por la vía” y sin cometer infracciones
De acuerdo a las leyes de la Florida, todo vehículo que posea un motor con una capacidad igual o menor a 50 centímetros cúbicos (CC) no clasifica dentro de la categoría de ciclomotores. Para su registro, se puede usar el pasaporte, que es el que usan los recién llegados, explicó a la VOA Boris Pedraza, dueño de El Rey de las Motos.
En la tienda, ubicada una de las zonas de la ciudad conocida por tener una histórica presencia de cubanos, Pedraza solía vender unos 15 vehículos al mes. Desde que “la fiebre de las motorinas” llegó a Miami, han alcanzado ese mismo número de ventas en un solo día.
“Ahora vendemos en un mes de 70 a 100 scooters”, dijo Pedraza. Los precios de las motos oscilan entre los 1.500 dólares y 2.500 dólares y, de acuerdo con Pedraza, tienen una autonomía de hasta 90 millas con un galón de gasolina. “Con eso se puede ir a Cuba”, bromeó.
Al contrario de lo que muchos piensan, aunque técnicamente no se necesite una licencia de conducir para registrar las pequeñas mopeds, sí se necesita para manejarlas, dijo a la VOA la portavoz del Departamento de Seguridad Vial y Vehículos Motorizados de Florida Vicki Harman.
Un portavoz del Departamento de Policía de Miami-Dade, Oficina de Patrulla Especial, Unidad de Motocicletas, dijo en un correo electrónico a VOA que “todos los operadores deben tener una licencia de conducir válida para operar una moto scooter, independientemente de los centímetros cúbicos del motor”. Si el motor tiene “50 centímetros cúbicos o más, requieren un endoso de motocicleta en la licencia de conducir”.
En los casos de las scooters eléctricas, “los conductores deben tener 16 años o más, sin embargo, no se requiere que la persona tenga una licencia de conducir”, aclaró.
“Es obligatorio tener el carnet de conducir aunque el ciclomotor sea de menos de 50 cc y este debe estar registrado con matrícula en vigor”, especificó el portavoz de la Policía del condado de Miami-Dade. “El incumplimiento de esto puede resultar en el remolque del ciclomotor y el arresto del operador por licencia de conducir sin validez”, añadió.
De acuerdo con la Policía de Miami-Dade, varios conductores de scooters sin licencia que han sido parados por la policía recientemente han declarado que los vendedores de las motos “les dijeron que no necesitaban licencias de conducir ni registrarlas, ya que son inmigrantes”.
“Ambas afirmaciones son falsas por parte de los vendedores, y es lamentable para los operadores/compradores. Hemos estado distribuyendo volantes informativos para educar a los automovilistas sobre el requisito de endoso de motocicleta”, dijo el portavoz.
Pedraza, del Rey de las Motos, detalló que él le aclara a sus clientes que “para las scooter no hay nada que diga que no lleva licencia. Si el policía te para, te va a preguntar que dónde te pone el ticket. Entonces lo que la gente trata es de no cometer infracción y de esta manera no va a tener problema”, advirtió.
La ventaja está en que no se necesita una licencia de conducir para registrar la “motorina” en Miami-Dade, aclaró.
El secreto está “en ir derechito por la vía y sin hacer locuras”, dijo Lucía Pérez, una cubana que vive en Miami y tiene una scooter, y en Cuba tenía una “motorina”.
“En Cuba tenía una motorina eléctrica y me encantaba. Ahora aquí he seguido manejando otra, lo que ahora de gasolina”, dijo.
“Hay diferencias, por supuesto. El tráfico [en Miami] es pésimo, pero yo voy tranquila, sin mucho apuro, teniendo mucho cuidado y sin hacer locuras”, aseguró Pérez, quien maneja unos 20 kilómetros diarios desde el trabajo a la casa.
“Deberían ir por las calles secundarias”
Muchos en Miami no han recibido bien la avalancha de pequeñas motos en las calles.
“Para mí se ha vuelto difícil manejar con tantas motorinas en la calle. Son muy lentas y no puedes adelantarlos y te obligan a ti a ir más lento de lo normal. A veces me colman la paciencia”, dijo Mileidys García, una cubana residente de Hialeah que trabaja como terapeuta infantil.
Orlando González, otro cubano radicado en Miami, dijo que las mopeds “deberían ir por las calles secundarias, no por las vías más transitadas”.
“Yo no me quejo porque lleguen más cubanos, pero a veces detienen el tráfico y yo lo que quiero es llegar a donde tengo que llegar”, agregó.
En Miami, que acaba de ser declarada entre las 10 ciudades con peor tráfico en el mundo , Pedraza opina que los scooters podrían ser la solución.
“Yo creo que este es el futuro porque ahora mismo los seguros están altísimos, la gasolina, las letras (contratos de renta), los carros, es una locura. Entonces esto es una oportunidad que tiene todo el mundo”, insistió.
La cantidad de motos en el condado Miami-Dade ha aumentado desproporcionadamente. Los registros del Departamento de Seguridad de Autopistas y Vehículos Motorizados de la Florida (FLHSMV) muestran un incremento en el número de motocicletas registradas en el condado muy por encima de la media de los años anteriores. Desde septiembre del 2021 a septiembre de 2022 el número de motos registradas en el condado aumentó de 54.920 a 60.748, un aumento del 12.8%, cuando en los años anteriores el aumento fue de un 2,5% del 2018 al 2019, un 3,3% del 2019 al 2020 y un 5% del 2020 al 2021. Sin embargo, el FLHSMV dijo que en esa relación no se contaban las mopeds.
A El Rey de las Motos le ha ido tan bien en los últimos meses que Pedraza, llegado a Miami desde su natal Santa Clara a principios de los 2000, tiene planes de un local más amplio, donde pueda acomodar mejor los scooters que vende, para las que ha creado una marca propia.
Advierte que casi todos los días en su tienda “es una locura” por el trasiego de personas que se acercan, sobre todo en la tarde, para afinar las motos que ya compraron. “Ahí estamos ayudando a la personas acabadas de llegar, porque es lo único que pueden manejar en su mayoría”.
“No se puede acusar a todo el mundo de lo mismo, no se puede hacer alguien que diga que todo el mundo ande así, siempre va a haber excepciones”, dijo Pedraza.
“Recuerden cuando llegaron a este país sin nada”, agregó. “Nosotros los hispanos somos emigrantes todos, y alguna vez vinimos pasando trabajo. Y si esta una vía para ellos de adelantar, pues todos debemos adaptarnos a lo nuevo”.
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