Tras una visita a Ucrania, el director europeo de la OMS alertó de las graves consecuencias que tiene la guerra para la salud mental.
Ginebra (VOA) – Trabajadores sanitarios de todo el mundo advierten que la guerra en Ucrania está afectando gravemente la salud mental de millones de personas, lo que requiere un aumento urgente en atención en este frente, así como apoyo psicológico.
“Se estima que casi 10 millones de personas pueden tener actualmente una condición de salud mental, de los cuales alrededor de 4 millones pueden tener condiciones moderadas o graves”, dijo Hans Kluge, director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa.
Hablando en la ciudad ucraniana de Zhytomyr, Kluge dijo que se reunió el jueves con la primera dama Olena Zelenska, quien resumió la situación en el país diciéndole que “todos en la sociedad deben convertirse en psicólogos”.
Manejar la situación crítica, animó el funcionario de la OMS, “requiere un esfuerzo de todo el gobierno y de toda la sociedad”.
Los datos y las evidencias recopilados por el Ministerio de Salud de Ucrania y la OMS en los últimos meses muestran que las principales prioridades que deben abordarse son la salud mental, la rehabilitación y el acceso comunitario a los servicios sanitarios.
La última estimación de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU (OHCHR, por sus siglas en inglés) revela que más de 7.000 civiles han muerto y casi 12.000 han resultado heridos desde que Rusia invadió Ucrania hace casi un año.
Kluge dijo que la posibilidad de trabajar en su rehabilitación para las víctimas de la guerra no debe retrasarse, sino que debe estar disponible ahora.
“Estamos duplicando el apoyo a la rehabilitación -dijo- incluido el tratamiento de lesiones relacionadas con la guerra, que a menudo son horribles tanto para adultos como para niños”.
La última encuesta de evaluación de necesidades de la OMS encuentra que una de cada 10 personas expresa dificultades para acceder a medicamentos por varias razones, incluidas farmacias dañadas o destruidas y la falta de suministros. Un tercio de los encuestados dijo que no podía pagar los medicamentos que necesitaba.
La encuesta también destacó la necesidad de prestar más atención al tratamiento de las personas con enfermedades no transmisibles. Kluge anotó que el 44 % de los encuestados dijeron que tenían dificultades para recibir atención por afecciones crónicas.
“Las más comunes fueron las enfermedades cardiovasculares, en particular la hipertensión, pero también la diabetes y las enfermedades renales, y luego, por supuesto, está la inmunización de rutina, que es débil”, dijo.
La infraestructura sanitaria, gravemente dañada
El bombardeo generalizado de las ciudades ucranianas, los ataques con misiles y el fuego de artillería de las fuerzas rusas han dejado fuera de servicio gran parte del sistema de salud de Ucrania.
En una entrevista con los medios hace unos días, el ministro de Salud de Ucrania, Viktor Liashko, dijo que 1.218 instituciones de atención médica han resultado dañadas, incluidos 540 hospitales, 173 de los cuales quedaron completamente destruidos.
Kluge dijo que la OMS ha verificado casi 780 ataques a los servicios de atención médica, calificándolos de “imperdonables”.
“Cualquier ataque a cualquier salud y atención médica es claramente una violación del derecho internacional humanitario”, denunció.
Hablando desde el óblast de Poltava, Jarno Habicht, representante de la OMS para Ucrania, dijo que el sistema de salud funcionaba dependiendo de la región. Por ejemplo, en áreas recuperadas del control ruso, como Bucha, Irpin y Járkov, “el acceso a la atención médica es más difícil”.
“Los centros de atención primaria de salud, que han sido atacados, más de 780 ataques, necesitan ser reconstruidos. Estos centros necesitan agua, estos centros necesitan electricidad, estos centros necesitan que regresen los trabajadores de la salud”, dijo.
Sin embargo, hubo signos esperanzadores de recuperación, agregó Habicht, y señaló que el 20 % de las instalaciones de salud han sido reconstruidas por organizaciones benéficas e inversiones del sector privado.
“Entonces, eso significa que el sistema de salud también se está curando a sí mismo”, manifestó.
La agencia de refugiados de la ONU estima que más de 8 millones de ucranianos han huido a países europeos vecinos como refugiados, y unos 7 millones están desplazados dentro de Ucrania.
Ahora que la guerra entra en su segundo año, dijo Habicht: “Necesitamos nuevos especialistas, necesitamos capacitar más rápidamente a las enfermeras y a los médicos.
“Necesitamos más especialistas en salud mental (…) y fisioterapeutas para garantizar que los niños tengan suficiente apoyo para que puedan moverse, ir a la escuela y continuar con su vida”.
Kluge, quien realiza su quinta visita a Ucrania en el último año, señaló la necesidad de un apoyo humanitario internacional continuo.
“Desafortunadamente, después de lo que vi, no puedo decir que el impacto de la guerra en la salud de la gente de este país vaya a disminuir. Estoy muy preocupado de que en los próximos meses realmente aumente”, dijo.
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