Budapest (VOA) – El papa Francisco mostrará esta semana sus prioridades espirituales durante un viaje a Hungría, donde el gobierno populista intentará reducir sus opiniones divergentes sobre asuntos como inmigración y derechos de las minorías y centrarse en su lugar en temas en los que coincide con el pontífice.
Durante su viaje de tres días que comienza el viernes, Francisco se reunirá con niños discapacitados, refugiados y personas que viven en la pobreza. También tendrá una audiencia con el presidente de Hungría y con su nacionalista primer ministro, Víctor Orban.
Las controvertidas opiniones de Orban sobre inmigración, la guerra en Ucrania y los derechos LGBTQ+ chocan de frente con la posición de Francisco de inclusión y aceptación a los marginados y apoyo a Ucrania durante la guerra de Rusia.
Sin embargo, el cardenal de la Iglesia católica en Hungría Peter Erdo, así como otros miembros de la comunidad católica, esperan que la visita papal sea una celebración de la unidad cristiana y que las diferencias de opinión queden en segundo plano.
“Cuando hay una misa papal a la que acuden un gran número de obispos y sacerdotes de diferentes países, hay una sensación de que toda la Iglesia está presente allí”, dijo Erdo en una entrevista con AP. “Nos hace una visita pastoral específicamente por amor y atención a la comunidad católica húngara y al pueblo húngaro (…) y creo que esa es una gran alegría”.
En declaraciones tras una misa de Pascua celebrada por Erdo en Budapest, Erzsebet Markus, una creyente que vive en la capital, dijo que para los cristianos húngaros y Hungría en general, que el papa pase tres días completos en el país es “muy significativo”.
“Creo que el que pase tanto tiempo aquí es una forma apreciarnos a nosotros y al país”, dijo.
Francisco también tiene previsto visitar a miembros de los sectores científico y cultural. En su último día oficiará una misa en una plaza céntrica de Budapest.
Pero la guerra en Ucrania arrojará una sombra sobre la ocasión. El Papa se reunirá con algunos de los 35.000 refugiados ucranianos que permanecen en Hungría, después de que 2,5 millones de personas huyeron por las fronteras orientales del país al inicio de la invasión rusa.
Es el viaje que lleva a Francisco más cerca del conflicto en Ucrania. Su ruta incluye una parada en una iglesia católica griega que ha atendido a los refugiados. La Iglesia católica griega es una de las congregaciones católicas orientales que reconocen la autoridad del Papa.
Esa parada es un gesto a Kiev, que ha pedido una visita de solidaridad del Papa desde que Rusia invadió el país, y ve cómo Francisco visita Hungría por segunda vez en otros tantos años.
“Estaremos apenas a unos pocos kilómetros de la frontera con Ucrania”, dijo a los periodistas el vocero vaticano Matteo Bruni. “Desde luego podemos esperar palabras sobre el dolor (de Francisco) por este conflicto y la búsqueda de paz”.
Francisco ha expresado su apoyo a Ucrania tras la invasión rusa, que ha comparado con un genocidio en la década de 1930 que los ucranianos atribuyeron al líder soviético Joseph Stalin.
Orban, por su parte, ha sido poco entusiasta en su apoyo al vecino oriental de Hungría, negándose a proporcionar armas a Kiev y amenazando con vetar las sanciones de la Unión Europea contra Moscú.
Aun así, Orban ha expresado una opinión sobre la guerra similar a la del Vaticano, y durante un discurso en febrero dijo que su gobierno y el de la Santa Sede eran las únicas potencias europeas que defendían la paz en Ucrania.
El embajador húngaro ante el Vaticano. Eduard Habsburg, reconoció que el país sigue siendo muy dependiente de la energía rusa pasados 14 meses de guerra, pero dijo que creía que Orban y Francisco ven el conflicto de forma similar.
Francisco ya ha expresado su aprecio por el recibimiento que ofreció Hungría a los refugiados ucranianos. Durante su reunión de 2022 con Orban en el Vaticano, Francisco entregó al primer ministro una medalla de San Martín y dijo que la había escogido específicamente en homenaje a la recepción húngara a las personas que huían de la guerra.
Ese aprecio no era necesariamente tan visible cuando Francisco visitó Budapest en 2021 en una estancia de siete horas para clausurar un Congreso Eucarístico. Francisco no se quedó para visitar Hungría, algo que algunos expertos percibieron como un desprecio que pretendía reflejar su oposición a la dura política migratoria de Orban.
En su bendición del domingo en la Plaza de San Pedro del Vaticano, Francisco mencionó el viaje y señaló que tanto la guerra como la migración tendrían un papel destacado en la gira.
“Será una oportunidad de abrazar de nuevo a una Iglesia y un pueblo muy querido para mí. También será un viaje al centro de Europa, por el que siguen soplando vientos gélidos de guerra, mientras que los movimientos de tanta gente colocan sobre la mesa urgentes cuestiones humanitarias”, dijo Francisco.
“No olvidemos a nuestros hermanos y hermanas ucranianos aún afectados por esta guerra”, añadió el pontífice.
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