El presidente de la Unión de Directivos de escuelas primarias en Ciudad Juárez, el Prof. Juan Daniel Hernández Gutiérrez, aborda las críticas y controversias de los nuevos libros de texto.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN/David Gamboa) – “Las opiniones contra los nuevos libros de texto son algo inevitable”, comenta el profesor Juan Daniel Hernández Gutiérrez, presidente de la Unión de Directivos de Educación Básica de Ciudad Juárez. Durante nuestra conversación, Hernández Gutiérrez despliega una perspectiva calmada y centrada, frente a lo que algunos podrían considerar una tormenta de controversia en torno a los nuevos materiales educativos.
A pesar de las críticas, señala la importancia de ver la situación de una manera equilibrada.
“Es necesario ver la situación de la manera más neutral posible, ya que los argumentos negativos por sí solos se derrumban ante la realidad y la verdad es que hubo convocatorias para elaborar esos materiales y era la oportunidad de proponer”
Juan Daniel Hernández Gutiérrez.
Las quejas más sonadas, como la presunta exposición de órganos reproductores y errores tipográficos, son vistas por Hernández Gutiérrez con un enfoque pragmático. Observa que “las erratas de impresión son una oportunidad de aprendizaje más, al corregir junto con los alumnos los yerros.”
Pero el descontento generalizado parece olvidar un punto crucial. “La realidad es que los libros de texto no han sido revisados a fondo y además es necesario tomar en cuenta los Planes y Programas para emitir una opinión informada“, afirma Hernández Gutiérrez. Este planteamiento invita a una evaluación más profunda antes de juzgar las nuevas publicaciones.
Sobre el nuevo sistema de “fases” en lugar de grados escolares, el profesor es optimista. Afirma que esto proporciona “una oportunidad para que los alumnos logren los aprendizajes esenciales a su ritmo, sin apurarlos, ya que tendrán dos años para aprender lo que se les dificulte.”
“Hay diferentes tipos de evaluación, la diagnóstica, que se hace al inicio, da al docente información de la situación de sus alumnos, sus saberes, sus áreas de oportunidad y en base a ello cada docente hace su planeación en la que incluye el uso que les dará a los libros de texto”, agrega reflexivo.
Hernández Gutiérrez también insiste en que los libros no son la única herramienta de enseñanza. Los maestros tienen la autonomía para adaptar su uso a las necesidades de cada grupo.
“Los libros de texto gratuitos son importantes, pero solo son un recurso más y deben responder a la problemática actual”.
La enseñanza de las matemáticas, que también ha sido objeto de críticas, es un punto en el que Hernández Gutiérrez insiste. Afirma que los textos hacen “indispensable buscar otras fuentes de información, lo que conseguirá que el alumno logre aprendizajes significativos y lo conviertan en una persona crítica, reflexiva y analítica”.
“Las matemáticas están implícitas y no sólo en los libros, en la vida misma”
Respecto al rol de los maestros, Hernández Gutiérrez es enfático. “Con o sin libros continuaremos frente a nuestros alumnos, como le hemos hecho siempre”. Pone de relieve el compromiso continuo de los profesores con la educación, independientemente de los materiales disponibles.
Finalmente, el presidente de la Unión de Directivos aboga por un enfoque constructivo hacia el cambio. “Todo fluye, todo cambia, nada permanece estático y aunque muchas veces nos resistimos al cambio este nadie lo detiene; todo es perfectible, hagamos propuestas para mejorar o para cambiar, pero con la intención de brindar lo mejor para la educación de los niños y adolescentes.”
Mientras el gobierno y sus críticos se enfrentan, Hernández Gutiérrez y sus colegas se centran en su labor. “Así que lo mejor es enfocarnos en nuestra labor y dejar al Gobierno y a sus adversarios que diriman sus diferencias, mientras tanto realizaremos diversas reuniones para analizar a fondo lo relacionado con la Nueva Escuela Mexicana y hacer una crítica constructiva que permita proponer mejoras a los materiales existentes y a crear nuevos en caso necesario”. El futuro de la educación puede ser incierto, pero la dedicación y compromiso de los educadores como Hernández Gutiérrez son un recordatorio de que, al final, todo se hace por los niños.
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