Los seres humanos son los únicos seres de la tierra que están dotados de este regalo de la imaginación, capacidad que ninguna otra especie parece tener.  A lo que me refiero, en particular, es a los poderes de la imaginación.  La imaginación es el regalo más extraordinario, y lo damos por sentado.  Es la habilidad de traer a la mente cosas que no son accesibles a nuestros sentidos.

A diferencia de otras especies, no estamos encerrados en el aquí y ahora en la misma medida. Con la imaginación puedes visitar de nuevo el pasado, es más, tienes el pasado. Con la imaginación te puedes comprometer con el punto de vista de otras personas. Puedes empatizar, es decir, puedes verlo como crees que ellos lo ven. Puedes sentirlo como ellos lo podrían sentir. Puedes pensar como ellos podrían pensar.

No es coincidencia que en épocas de conflicto la primera cosa que los líderes hacen es suprimir el poder de empatizar con el enemigo, es decir, tratamos de impedir que las personas sientan por las personas a las que se oponen o sentirse como ellos se sentirían. Y es únicamente cuando impides la empatía que los seres humanos son capaces de hacerse cosas entre ellos que son inimaginables. Y lo hacen.

Pero con la imaginación, puedes anticipar el futuro. Puedes ir hasta ahí y ver cómo podría llegar a ser. No creo que podamos predecirlo completamente, pero podemos anticiparlo, y a partir de eso podemos traerlo al presente.

Y de la imaginación surge una gran cantidad de poderes prácticos a los que llamamos creatividad. Y son estos poderes, creo yo, que diferencian al humano. Es la razón por la que estamos en este tipo de edificios. Por la que tenemos las tecnologías que tenemos, las cocinas que tenemos, porque no comemos carroña todo el tiempo. La causa por la que pasamos de clubes de animales a clubes de golf.  Por la que tenemos tres mil idiomas en la tierra. Por la que tenemos música, arte, ciencia y tecnología. Porque tenemos este flujo de capacidades creativas.

Si eres un ser humano, viene en el conjunto.  No es excepcional.  Lo que sí es excepcional es que la reprimimos y perdemos el contacto con ella.  Verán, yo no sé si otras especies no tienen imaginación.  No lo sé. No creo haber sido de otra especie. Pero ya sabes, si tienes un perro, tu perro podría tener imaginación, pero no lo hacen evidente como nosotros, ¿o sí?  Tu perro podría deprimirse. No lo sé. Pero no se pone a escuchar Romance 105.9, ¿cierto? Ni a tomar Tequila mientras mira por la ventana con un Tv y Novelas a medio leer, con un aspecto triste. No vas y le preguntas: ”¿Quieres venir a dar una vuelta?”  Y el te responde “Nah”, “Ve tu, yo aquí me quedo”.  “No tengo animo, no estoy de humor, ve tu”. “Cuando vuelvas me cuentas como te fue”. Los perros no hacen esto. Los perros están siempre contentos. Y es por eso que, culturalmente, no tienes que andar checándolo con ellos. No tienes que andar averiguando cual es la última noticia sobre los perros. Sabemos que siempre será lo mismo: la cuestión del árbol. No tienes que andar preguntando: “¿Qué hay de nuevo?”

Mientras que con los humanos siempre hay algo nuevo. Ahora, mi punto es este. Esos poderes de creatividad e imaginación son los que sostienen a estos poderes de imaginación e innovación. Y son estos poderes los que nos han traído hasta, lo que yo pienso que son por lejos, tiempos revolucionarios en la historia de la humanidad.

Por Sir Ken Robinson (educador británico).