Como resultado del contundente y arrollador triunfo de López Obrador en las elecciones presidenciales del 2018, hubo un cambio en los papeles que por décadas habían venido jugando los diversos actores políticos, a saber, la oposición se convirtió en oficialismo, y viceversa, el oficialismo (combinado del PRI y el PAN) se convirtió en oposición.
Esta verdad de Perogrullo no tendría mayor importancia si no fuera por el detalle de que la ahora oposición sufrió una afectación severa por ese cambio de roles. Cayeron en una postración cuya principal característica es …el vacío. Adquirieron una fijación por lo vacío que desde el 2018 y hasta el día de hoy los tiene obnubilados.
Por el contrario, la antes oposición de izquierda, hoy acuerpada en Morena, el nuevo partido oficial, ha venido desarrollando diversas ideas, algunas buenas, otras no tanto, y hasta malas, porque no, pero lo importante es que no ha habido parálisis en el gobierno. En una futura entrega, haremos un análisis de la forma de actuar de este nuevo oficialismo, el cual, le guste o no le guste a la nueva oposición, sigue teniendo altos niveles de popularidad.
Pero volvamos al tema. Desde el principio se hizo evidente que la desconcertada y flamante oposición, era incapaz de alcanzar algo que no fuera ese constante vacío. Representada en un inicio del sexenio de quien habían calificado como un peligro para México, en el malogrado Frente Nacional AntiAMLO, FRENAA, se creyeron su falacia de que tenían arrastre popular, por lo que convocaron a un plantón en el zócalo capitalino para “exigir” la renuncia del señor López.
Pocos fueron los que atendieron dicha convocatoria, eso fue evidente. Algunos cuantos integrantes de congregaciones católicas y parale de contar; nunca llego el pueblo, ese que, según ellos los apoya en amplia mayoría. Para aparentar multitud, instalaron una buena cantidad de casitas de campaña en un área del Paseo de la Reforma, pero no contaban que un ventarrón malévolo los habría de exhibir: las casitas volaron por los aires porque estaban …vacías.
La siguiente oportunidad importante que tuvo la oposición para mostrar su fuerza, y, sobre todo, demostrar que ellos tienen a la mayoría de su lado, vino con la consulta para la revocación de mandato. Ya hubiéramos querido nosotros, los viejos militantes de la izquierda, que en los setentas u ochentas hubiera habido un proceso similar. Con todo y que el Estado tenía el control absoluto de los procesos electorales, desde luego que nos hubiéramos movilizado.
¿Qué hicieron estos neo opositores ante esta oportunidad de oro? Desde luego que …el vacío. Vaya, ni siquiera fueron capaces de organizarse para invitar a la población a anular el voto. Imagínese estimado lect@r, que en lugar de un 91.8% de aprobación al gobierno de AMLO hubiera obtenido un vergonzoso 40% y por contraste, ¡un 60% de votos nulos o en contra! Eso hubiera demostrado, innegablemente, la tremenda capacidad de movilización de esta arrolladora fuerza opositora. Pero no.
Algo similar ocurrió en el Congreso de la Unión, ante la fuerza legitima, bien ganada en las urnas, de las fracciones parlamentarias de Morena y aliados, ¿cuál fue el planteamiento político de los miembros del PRIAN? (al PRD no vale la pena ni mencionarlo) pues el mismo, declararon una “moratoria legislativa”, que en los hechos consistió en no leer, no discutir, y mucho menos aprobar, ninguna iniciativa de ley que viniera del ejecutivo, es decir, le hicieron …el vacío.
En los años dorados de la aplanadora priista (ilegitima a fuerza de robarse las elecciones) y cuando el PAN todavía era una oposición digna, la consigna era simple, había que discutir y debatir SIEMPRE. No importaba que el resultado se supiera de antemano, Se decía, “nos podrán ganar con sus votos, pero no con argumentos”.
Y si, efectivamente, los diputados del entonces partidazo, dejaban que los pocos legisladores de oposición, tanto de izquierda como de derecha, subieran a la tribuna y se desgañitaran blandiendo los más sesudos y elaborados argumentos. No había importancia, porque ellos, el partidazo, simplemente levantarían su mano en obediencia al Tlatoani y con eso aseguraban una secretaria de Estado, una paraestatal, o una gubernatura.
A la oposición de aquel entonces nunca se les hubiera ocurrido hacer el vacío.
Y como corolario de esa fijación por la vacuidad prianista, que mejor manera de cerrar su primer sexenio como opositores que con una verdadera oda ¡al vacío absoluto! Primero no les daba para tener un candidat@ competitiv@, puro cartucho quemado. Luego, “la virgen” como alguno de sus intelectuales orgánicos describió el acto, les mando a la señora X.
Para darle “legitimidad” a esa aparición digna de un Juan Diego neoliberal, organizaron un proceso de selección “ejemplar” que a la postre, les resulto …vacío. Y luego, ya con la candidata ungida, resulta que no tiene plan de gobierno ni propuestas propias, todas son copias “mejoradas” del plan de gobierno de López Obrador. En pocas palabras, también la candidata les salió …vacía.
Y en ese vacío seguirán.
Es cuanto
José Antonio Blanco
Ingeniero Electromecánico. Juarense egresado del ITCJ con estudios de maestría en Ingeniería Administrativa por la misma institución y diplomado en Desarrollo Organizacional por el ITESM. Labora desde 1988 en la industria maquiladora. Militó en el PRD de 1989 al 2001.
En la actualidad, un ciudadano comprometido con las causas progresistas de nuestro tiempo, sin militancia activa.
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