Los actores del teatro de la Política ya comienzan a hacer su show rumbo a la elección presidencial, en esta ocasión el escenario es el industrializado, casi “primermundista”, Estado de Nuevo León. Como protagonistas principales están el gobernador (¿?) de aquel norteño Estado de la Nación, Samuel García, así como las cúpulas locales y nacionales de los partidos políticos; el libreto se redacta en algún escritorio de Palacio Nacional.
Sin contar con mayoría de su partido político en el congreso local, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, bajo los influjos del egocentrismo y del poder, aceptó la virtual candidatura presidencial de Movimiento Ciudadano; quiso que todo el país lo conociera, que lo votaran algunos millones de ciudadanos y seguir figurando en la Política hasta lograr tarde o temprano, la Presidencia de México.
Al fosfo gobernador García, como a su antecesor y como a muchos, se le olvidó la promesa de terminar su gestión sin saltar de su encargo en aras de otro puesto público y solicitó licencia al congreso de su Estado para ir por la presidencia de la República.
Vaya que Samuel García, a su estilo, estaba generando algarabía en la opinión pública. A punta de un hábil manejo mediático parecía que iba a seguir el mismo caminito que lo llevó a la gubernatura de Nuevo León.
Solo que no todos los caminos llevan a Roma, o en este caso a Palacio Nacional. Alguien puso al fosfo gobernador a escuchar el canto de las sirenas y no pudo contenerse, sus aires de protagonismo lo dominan.
Sabedor de que ya en 2018 su antecesor en el cargo, Jaime Rodríguez “El Bronco” dilapidó su capital político al dejar su encargo de gobernador lanzándose a la aventura electoral, Samuel García habría optado por lo mismo.
Pero su aventura, a diferencia de con “El Bronco”, ha metido de inmediato a los poderes de su desarrollado Estado en una trama de país “cuatermundista”, arrastrando de paso al hasta hace unas semanas altivo partido político Movimiento Ciudadano.
El meollo del asunto es que, al no contar Movimiento Ciudadano con mayoría en el congreso neoleonés; que ya de por sí representa un desafío a la gobernabilidad del Estado, aunado a que el gobierno del Nuevo León ha mantenido una confrontación permanente con el PRIAN primero localmente y ahora directamente con las cúpulas nacionales; Samuel García al descartar el uso de la concertación política con el PRIAN, hizo que su solicitud de licencia al cargo de gobernador lo entrampara en la maraña de intereses nacionales por el 2024.
Recordemos que Samuel García resultó electo gobernador de Nuevo León de manera un tanto sorpresiva, el PRI sin alianza con el PAN, pudo descarrilar a la candidata de MORENA, pero ya no hubo tiempo para frenar al joven senador quien impulsado por su esposa influencer Mariana Rodríguez acabó colándose a Palacio de Cantera.
Para el gobierno de México y el partido en el poder federal, era fundamental que en ese momento un Estado como Nuevo León no estuviera gobernado por el PRI, antes que eso, resultaba aceptable fortalecer a un partido como Movimiento Ciudadano para que restase votos a la coalición opositora.
Algo o alguien motivó al fosfo gobernador ya con licencia, a persistir en imponer al gobernador interino. Cosa que, sin el control del congreso local, solo la promesa de solventar jurídicamente tal pretensión desde las altas cumbres del poder pareciera explicarlo.
Por un momento, algo de lo anterior sucedió, un juez de lo laboral de la Ciudad de México determinaba que el secretario de gobierno estatal sustituyera al gobernador, contrario a la voluntad del congreso de Nuevo León. Luego tuvo que intervenir la Suprema Corte para corregir tales aberraciones, validando la designación del congreso, que nombró a un priista de cepa como gobernador interino.
Rápidamente, luego de la resolución del alto tribunal, el gobernador con licencia prefirió regresar a su Estado antes de que un adversario tome el control del Ejecutivo. Su esposa influencer, tardíamente, apenas atinó a comunicar que el PRIAN había supuestamente solicitado prebendas a cambio de negociar el nombramiento de gobernador interino.
Ya descarrilado de la carrera presidencial, a Samuel García le esperan más obuses del PRIAN, que no cesarán en tratar de proscribir políticamente al “niño rico” que amenazaba con mandarles al tercer lugar. En eso quedó, en una velada amenaza, revertida ahora contra el neoleonés.
Algo calculó mal, aparentemente, el líder vitalicio de Movimiento Ciudadano, el senador Dante Delgado, quien seguramente olfateó que la ambición y arrestos de Samuel García llegarían en un momento dado a poner en riesgo su ascendencia en el partido.
En los entretelones, el oficialismo trata de suavizar, al menos en las formas, el golpe dado a Samuel García, que en última instancia representa librarse de un factor impredecible. De cualquier manera, este ha resultado útil para acentuar la narrativa anti PRIAN; el fosfo gobernador fue en su momento clave en impedir tanto la unificación de los partidos de oposición, como en generar una candidatura alterna y con mejores posibilidades para Marcelo Ebrard o para Colosio Riojas, en los hechos favoreciendo al proyecto de Palacio Nacional; deberían entonces ayudarle a salir del atolladero.
Los siguientes episodios se avizoran interesantes.
“La insolencia sólo disputas proporciona; con los que admiten consejos está la sabiduría.”
(Proverbios 13:10)
Moisés Hernández Félix
Lic. en Administración Pública y Ciencia Política, candidato a Maestro en Administración en curso. Ha sido funcionario público federal y docente en nivel media básica y medio superior. Se especializa en gobernanza educativa y políticas públicas.
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