“El proyecto de nación, como instrumento de política de gobierno, suele referirse para nombrar a las medidas y proyectos de un gobierno, o las propuestas de un partido político, que aspiran a contemplar los intereses y las necesidades de todos los habitantes de un país, sin centrarse en una única región o diseñado para algún grupo y sin tener en cuenta las presiones extranjeras o de intereses minoritarios internos”
Un Proyecto de Nación pretende ser un programa político que tenga en cuenta los planteamientos de los ciudadanos de distintas clases sociales, orígenes, zonas de residencia, etc. dentro de una corriente de pensamiento y filosofía política considerando que ese Proyecto de Nación debe beneficiar a todos los ciudadanos y estar muy alejado de beneficios exclusivos para grupos determinados de poder dentro de la sociedad.
Desde que se fundó Morena, en aquellos años del 2015, sus fundadores todos ellos de izquierda y disidentes del partido ancla de los progresistas, el PRD, y cuyo origen fue el PRI, diseñaron un Proyecto de Nación que lo abrazaron como valor supremo en su camino hacia el poder que lograron en el 2018.
Ese Proyecto de Nación que hoy corre como objetivo inquebrantable en las decisiones y acciones del gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador y que tiene, en esencia fundamental, el REPARTO EQUITATIVO DE LA RIQUEZA, la defensa de la SOBERANÍA NACIONAL, la protección y explotación de la RIQUEZA NACIONAL detonante de ingresos para la nación y la AUTOSUFICIENCIA ALIMENTARIA NACIONAL.
El proyecto de transformación del país por supuesto tienen procesos y tiempos y más cuando los opositores, por todos los medios a su alcance, lo buscan detener al precio que sea y como fuera (Lawfare) porque el Proyecto de Nación del gobierno federal representa todo lo contrario al que nos impusieron los hoy opositores cuando fueron gobierno, su proyecto y visión de país solo beneficiaba a cúpulas y oligarquías perfectamente bien ubicadas y manipuladoras de los medios de comunicación quienes consideraban al presupuesto federal como de su propiedad junto con la riqueza nacional.
No representaban más del 10% de los mexicanos quienes se consideraban dueños absolutos del país, esos que reclutaban como servidumbre al otro 15% de los mexicanos y como súbditos al 75% restante y, siendo estos mexicanos los que pusieron un alto y transformaron con su voto en el 2018 la visión que se quiere para México aprobando un Proyecto de Nación ofertado por Morena y sus aliados.
Los opositores PRI-PAN-PRD y su candidata a la presidencia no entienden lo que es un Proyecto de Nación de largo plazo y en consecuencia, al no entender el proyecto, buscan denigrarlo y detenerlo y, por mucho menos entienden lo que es la continuidad de ese proyecto que cambia de liderazgo cada seis años y, ante el próximo cambio sexenal, lo confunden con manipulación por el presidente y de sumisión por la abanderada Dra. Claudia Sheinbaum en ese cambio de mando y además buscan menospreciar la oferta política de la continuidad que ofrece Morena.
No saben, no entienden, no aceptan la continuidad de los proyectos y la prueba irrefutable de ello lo tenemos en CHIHUAHUA que siendo la sucesión en la gubernatura del mismo partido los nuevos gobernantes no pudieron darle continuidad a los proyectos que se dejaron pendientes en la anterior administración PANISTA también, al menos en Juárez las obras quedaron en el abandono a pesar de haberse dejado los recursos para concluirlas, sencillamente no hubo continuidad por ser proyectos de gobierno con personajes diferentes aun siendo del mismo partido, el PAN.
Sencillamente la continuidad la entienden como la oportunidad de irse consolidando un Proyecto de Nación totalmente diferente a lo que ellos promovieron en sus gestiones de gobierno, cuando fueron gobierno, y eso perjudica grandemente a sus intereses porque el beneficio para TODOS los mexicanos, y para los que menos tienen, así como la repartición de la riqueza no va con su visión de país como el negocio que lo consideran, porque gobernaron a México como de su propiedad y por lo que México les debía de dar RENTA a ellos y solo a ellos, así lo demostraron durante los últimos 40 años, lo dicen y lo confirman todas y cada una de sus acciones efectuadas en ese tiempo, el FOBAPROA es la muestra más clara de esta afirmación donde una deuda privada (se robaron entre ellos mismos) la convirtieron PRI y PAN en pública, y la estamos pagando TODOS.
Es importante considerar que atribuirse el impulso de un proyecto nacional es una cuestión netamente estratégica para un partido en el gobierno y los funcionarios de un gobierno pueden afirmar, una y otra vez, que forman parte de un proyecto nacional para destacar la directriz enmarcada en ese Proyecto de Nación y que solo los valida el hecho real cuando se preocupan por la sociedad en su conjunto y para sostener que no hacen caso a las injerencias de países extranjeros e intereses de grupos economicos internos, demostrando que gobiernan y benefician a todos.
En un Proyecto de Nación para que se lleve a cabo para lograr satisfacer los intereses y necesidades de un país no significa que todos sus habitantes estén de acuerdo con sus propuestas. La democracia permite que la gente haga públicas sus opiniones pero siempre es, y será, la decisión de la mayoría la que adquiere mayor peso e inclina la balanza a favor del proyecto.
Cuando se conoce el Proyecto de Nación, y está en proceso de ejecución, y cuando en el ejercicio de las decisiones políticas se ponderará como un VALOR SUPREMO e inquebrantable en todos los procesos del desarrollo para lograrlo.
Por lo tanto el PROYECTO DE NACIÓN se convierte en el objetivo, la estrategia predominante en las decisiones sobre cualquier interés personal o de grupo que pudiera esta discorde.
Tenemos un ejemplo clarísimo de todo lo expuesto anteriormente que es el objetivo de impulsar las Reformas Constitucionales pendientes y rechazadas por la SCJN, así como REFORMAR completamente el PODER JUDICIAL y eso no se logrará si no se obtienen las 2/3 partes del Congreso por lo que el PLAN C se convierte en sumamente estratégico para lograrlo porque al lograrlo se podrá avanzar en las leyes necesarias para TRANSFORMAR el país y eso, precisamente eso, es lo que han venido obstaculizando todos los opositores y buscarán por cualquier medio que la 4T no logre el PLAN “C”.
Morena hoy requiere sumar al movimiento a todo aquel que le pueda representar el alcance de los valores supremos para lograr ir avanzando en la consolidación del PROYECTO DE NACIÓN.
Entender la continuidad del Proyecto de Nación como un VALOR SUPREMO que se decidió buscar desde que ejercimos nuestro voto en el 2018 nos ayudará a entender lo que significa la continuidad del proyecto en el 2024-2030.
La estrategia para lograrlo no serán las individualidades reacias a comprender el momento histórico de la transformación que estamos hoy viviendo y que nos obliga a ser responsables con el PROYECTO DE NACIÓN que la gran mayoría de los mexicanos avalamos y que venimos refrendando.
La TRANSFORMACIÓN de México es responsabilidad de todos aquellos que creímos, y avalamos, el Proyecto de Nación ofertado desde 2018.
Uno de los puntos fundamentales del Proyecto de Nación es el tiempo que tomará la consecución de cada uno de sus objetivos, ya que este factor condiciona inevitablemente la repartición de recursos y su ubicación en la escala de prioridades.
No hay medias tintas ni titubeos, y mucho menos tibios y renegados.
Raúl Sabido
Egresado de la Facultad de Comercio y Administración por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Su desarrollo profesional ha sido en empresas privadas en posiciones directivas donde a logrado acumular 42 años de servicio.
Las opiniones expresadas por los columnistas en la sección Plumas, así como los comentarios de los lectores, son responsabilidad de quien los expresa y no reflejan, necesariamente, la opinión de esta casa editorial.
