Depresión, Tristeza, enojo, desesperación, son las palabras más usadas al referirse a un suicidio. Pero en realidad las situaciones que llevan a una persona a tomar una decisión tan drástica son tan variadas que es imposible generalizar todos los casos en las categorías de “depresión”, “tristeza”, “enojo” y “desesperación”.
Es común que, al enterarse de un caso de suicidio, las familias y amistades busquen culpables: personas que pudieron orillar a la toma de decisiones, o a situaciones en específico que detonaron la decisión final pudiendo ser situaciones laborales, académicas, familiares o comunitarias.
Aunque el suicidio es un tema que merece nuestra atención constante, lamentablemente parece solo tomar importancia cuando una personalidad pública decide poner fin a su vida. Esta semana, el mundo se sorprendió con la muerte repentina de la diseñadora Kate Spade, y el crítico gastronómico Anthony Bourdain.
Según la OMS, algunos de los factores que constituyen un riesgo para que una persona decida quitarse la vida, son: enfermedades mentales, trastornos por consumo de alcohol o sustancias, violencia, bullying, sensación de pérdida, y algunos entornos sociales, culturales, ambientales y económicos.
En nuestro país, el 40.2 por ciento de los casos se presentan en personas adolescentes o jóvenes; sobre todo en el sexo masculino. Según datos del Imparcial, geográficamente Jalisco y el Estado de México son los lugares que, desde el 2000, cuentan con más muertes a causa del suicidio.
Ante este aumento constante, las autoridades así como asociaciones civilesestán haciendo un esfuerzo enorme por promover los síntomas y las opciones de apoyo para aquellas personas que podrían sentir que la muerte es su única opción.
La Clínica Mayo, señala que los principales síntomas y signos son los siguientes. Antes, es importante recalcar que no siempre son evidentes y que varían de persona a persona:
- Mencionan el tema o publican en las redes sociales afirmaciones como “me quiero morir” o “me voy a matar”; así como mensajes cargados de tristeza y desesperación.
- Muestra cambios de humor repentinos y drásticos
- Se esfuerza por obtener medios para atentar contra su vida: armas o pastillas
- Se aleja de su entorno social, desea estar solo.
- Se preocupa constantemente por el hecho de morir.
- Siente desesperanza o depuración ante una situación
- Aumenta su consumo de alcohol o drogas
- Sufre cambios de rutina, por ejemplo en alimentación o sueño
- Decide hacer cosas autodestructivas o que ponen en riesgo su vida
- Regala pertenencias o deja en orden asuntos materiales
- Se despide de las personas cercanas
La clínica también señala como factores de riesgo:
- Sensación de desesperación y/o soledad aislamiento.
- Atravesar por un suceso de vida estresante
- Problemas con abuso de sustancias, y que las drogas y el alcohol pueden agravar los pensamientos hasta el punto de ejecutarlos
- Tener pensamientos suicidas
- Tener acceso a las armas
- Contar con un trastorno psiquiátrico
- Tener antecedentes familiares de trastornos
- Violencia o maltrato físico
- Si tienes alguna enfermedad que provoque depresión
- Si tu ambiente es hostil y tu familia o amistades no te brindan apoyo
- Si has intentado suicidarte en el pasado
- Menciona que tiene intención de morir o pública en sus redes sociales al respecto
Si algunos de los puntos que se mencionan te parecen muy familiares, lo mejor es recordar que puedes encontrar apoyo:
En la ciudad existen áreas donde pueden ofrecer orientación emocional y psicológica:
Otra opción, es acudir a tu psicólogo de confianza. Si tu profesional de psicología lo considera prudente, puede sugerirte complementar tu atención con algún otro profesional con experiencia en la prevención de suicidio.
Para muchos, el suicidio puede llegar a parecer la única opción o la única respuesta. Pero una vez que te acercas a los profesionales, veras que quedan muchas más opciones que te permitirán darte la oportunidad de sentirte tal y como necesitas.
Lourdes Tejada
Titulada en Diseño gráfico y pasante de la Maestría en Acción Pública y Desarrollo Social. En su experiencia destaca el ser co-fundadora de una asociación civil y ser miembro fundador de una red de agrupaciones juveniles. Ganadora del Premio Nacional UVM por el Desarrollo Social, cuenta además con el Premio Estatal de la Juventud, el Reconocimiento a Mujer del Año de Ciudad Juárez y la mención de Mujer Líder de México.