Por: José Román Galindo Juárez

Quiero vender más. Creo que no hay negocio exitoso que no busque eso precisamente, vender más y crecer en su territorio. Si hoy  resulta parte de lo planteado me permito compartir una serie de ideas que van desde lo clásico hasta lo mas fresco ó “trendy” (Tendencioso, creo que así se  podría traducir ese término del inglés usado con mucho rigor en los ambientes de marketing).

Vayamos directo al grano empezando por los aspectos básicos-clásicos:

1. Disciplina. Como duele al principio, pero este concepto es probablemente uno de los más efectivos. Es parecida a la disciplina del gimnasio, “hasta que se le descubre el sabor”. Si quiero vender más, todos los días debo realizar dicha tarea, con singular alegría. Ah y por cierto, desde temprano. Tomando en cuenta un calendario dispuesto previamente para ello y un conjunto de horas.
2. Actitud. Siempre una forma de conseguir lo deseado es definitivamente mantener una actitud abierta a la oportunidad, al cambio y en un humor de positividad. Puedo saber mucho, pero si no empleo el conocimiento en hacer algo de qué sirve y mejor aún si lo realizo con una actitud diaria dispuesta a la colaboración y al desarrollo armonioso. Si “soy jefe” mantengo una actitud de liderazgo, siempre en un ambiente “inside-out” y si soy parte del resto del equipo, colaboro entusiasta y de acuerdo a las expectativas fijadas en mi posición.
3. Tecnología. Emplear a diario los diferentes gadgets, aplicaciones, herramientas, etc. Que nos facilitan el trabajo. Hoy se puede llevar a cabo una tarea de administración de ventas mucho mas organizada en un solo lugar; hace 20 años la mayoría llevábamos agendas (Sí varios libros, al menos uno por año) por escrito o en archivos impresos, hoy solo se requiere de un dispositivo electrónico como un Smartphone, tablet, PC u otros parecidos para acceder a grandes bases de datos con un mantenimiento oportuno. No hay pretextos, pues hasta software sin costo encontramos en internet para esta tarea; claro, en bastantes de esos casos se requiere un conocimiento semi experto al menos en el manejo de la computadora y sus aplicaciones.
4. Administración. Planear un proyecto de ventas para un año con revisiones cada trimestre y cada mes, mínimo. Con reuniones matutinas al menos una vez por semana (Incluso virtuales son válidas), haciendo la labor de comparación presupuesto vs realidad en un ejercicio anticipado, como por ejemplo, con el “pacing”. Conociendo las capacidades y sentimientos de cada uno de los colaboradores en este ámbito; así como sus avances, logros, perspectivas y fracasos. Aquí surge una pregunta ¿Y qué tal si soy el único colaborador? Entonces puedo empezar poniendo por escrito cada uno de estos tópicos y fijando objetivos específicos de contraste-evolución cada semana.
5. Marketing. Conocer bien el mercado y al consumidor. Esto podría sonar para algunos muy complejo, pero es tan sencillo como ubicar la dirección de mis competidores y los principales productos que se desplazan de su almacen (Entiéndase por producto todo aquello que sea vendible, hasta los intangibles ó los servicios pues). Al consumidor también es relativamente sencillo conocerlo, hay que preguntarle y escuhar sus respuestas con detenimiento y volver a preguntar hasta que nos quede clara y precisa su información, en principio.

Hay que hacer una breve revisión de estos aspectos y si se cumple con cada uno de ellos se encuentra dentro de las bases de las empresas pequeñas, medianas y de corporativos capaces de alcancer sus metas comerciales. Este es solo el comienzo. En la siguiente publicación hablaré mas del tema y abordaré los célebres “Trendy”.

Redacción ADN / Staff

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