Un estudio publicado en Nature demuestra que fumar tabaco altera el sistema inmunológico, dejando vulnerabilidades a enfermedades e infecciones incluso años después de cesar el hábito.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN/Staff) – Fumar ha sido reconocido durante mucho tiempo como un hábito perjudicial para la salud, asociado con enfermedades graves como el cáncer de pulmón, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Nature añade una dimensión adicional a los riesgos del tabaquismo, al revelar cómo este hábito compromete el sistema inmunológico, no solo durante el periodo en que se fuma, sino también a largo plazo después de haber dejado el hábito.
A pesar de la disminución en las tasas de tabaquismo desde la década de 1960, el tabaco sigue siendo la principal causa de muerte evitable en Estados Unidos, con más de 480.000 muertes anuales atribuidas a este hábito. El estudio, dirigido por la Dra. Violaine Saint-André y el Dr. Darragh Duffy del Instituto Pasteur de París, subraya la importancia de abandonar el cigarrillo lo antes posible, especialmente por sus efectos a largo plazo en la inmunidad.
Los investigadores analizaron muestras de sangre de 1.000 personas sanas, divididas equitativamente entre hombres y mujeres, con el objetivo de entender cómo diversos factores, incluido el tabaquismo, afectan la respuesta inmunitaria del cuerpo ante infecciones comunes como E. coli y el virus de la gripe. Los hallazgos indicaron que el tabaquismo tiene un impacto significativo en la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, comparable al de factores críticos como la edad o el sexo.
El estudio revela que el tabaquismo altera tanto la respuesta inmune innata como la adaptativa del organismo. Mientras que los efectos sobre la respuesta innata disminuyen rápidamente tras dejar de fumar, los cambios en la respuesta adaptativa, vinculada a la memoria inmunológica del cuerpo, persisten durante años. Este fenómeno subraya la importancia de no iniciar el hábito o, en caso de ser fumador, de dejarlo cuanto antes para mitigar sus efectos perjudiciales a largo plazo.
A pesar de las limitaciones, como el hecho de que el estudio se basó en muestras de sangre en laboratorio, los investigadores afirman que sus resultados son un paso importante para comprender mejor cómo el tabaquismo compromete la salud inmunológica y aumenta el riesgo de enfermedades crónicas inflamatorias como la artritis reumatoide y el lupus.
Este descubrimiento no solo enfatiza los conocidos riesgos del tabaquismo, sino que también ofrece una nueva perspectiva sobre la relación entre el hábito de fumar y el deterioro de la salud inmunológica a largo plazo, reforzando el mensaje de que nunca es tarde para dejar de fumar y mejorar la salud general.
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