En efecto, el presidente sigue muy enojado. Hoy, lunes 19 de febrero, el presidente de la República despotricó, como acostumbra, contra de la marcha en defensa de la democracia que se llevó a cabo en la ciudad de México, y otras 114 ciudades del país y del extranjero.
El presidente ha desarrollado siempre animadversión, por todo lo que no se origina de él, y por todo lo que no sea una causa de él.
En la mañanera, el presidente dijo que los que marchamos ayer domingo éramos demócratas sin pueblo y que su movimiento era de demócratas con pueblo. Curiosa distinción, el presidente mencionó que el movimiento en su contra era de millones de personas que no somos pueblo.
Es claro que el presidente, en contumacia y flagrante violación a las leyes electorales que el mismo promovió, se entromete en la elecciones del país, tratando de generar un ambiente polarizado, dividido entre buenos y malos.
Es importante que los mexicanos no caigamos en el engaño presidencial de considerar a todos los que no lo apoyan como traidores a la patria, corruptos, oligarcas y perversos.
La postura de los que protestamos en las plazas públicas este domingo fue expresada magistralmente por el orador principal, Lorenzo Córdova. Las partes sobresalientes de su discurso fueron las siguientes:
- “La pobreza, la desigualdad, la corrupción, la impunidad, la violencia y la inseguridad son graves asuntos que no sólo no hemos resuelto, sino que siguen siendo pendientes que agravian y que incluso se agravan”.
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La luchas sociales con éxito han sido las de la democracia.
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“Hoy contamos con instituciones que nos protegen frente a los abusos del poder, incluso del de las mayorías autoritarias, y ante las cuales podemos defender nuestros derechos”.
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Hoy podemos acudir a un juez para proteger nuestros derechos y la Suprema Corte puede anular leyes inconstitucionales.
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Nos manifestamos para decir “NO a toda propuesta que busque desmantelar las conquistas que en ese sentido hemos alcanzado”.
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Los logros democráticos que están en riesgo son:
A. “Las reglas y las condiciones que nos permiten votar en libertad en elecciones auténticas y equitativas”.
B. “Las instituciones de la democracia.
C. “Nuestra Constitución, es decir, la expresión del arreglo político que nos permite sentirnos, sin excepciones, parte de la Nación mexicana”.
- “Se ha pretendido dividir a la sociedad entre quienes son parte del pueblo y quienes son sus enemigos, como si el pueblo no fuéramos todas y todos nosotros, como si en México sólo unos tuvieran cabida y los otros salieran sobrando”.
- “La Constitución no es propiedad de nadie en particular o de una parte de nuestra sociedad, es algo que nos pertenece a todos”.
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“Estamos frente a un proyecto de reinstauración autoritaria que quiere regresarnos a las épocas de un partido hegemónico que pretende revertir muchas de las conquistas democráticas que se han conseguido y que fueron precisamente las que les permitieron llegar al poder”.
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Con la propuesta de desaparición del sistema de legisladores plurinominales y de primeras minorías, se pretende que no haya representación de las minorías, se pretende que “la Nación mexicana sea solo de una parte y no también de los demás”.
Es por todo ello que los ciudadanos se han manifestado en todo el país y en lugares del extranjero, para defender nuestra democracia, la prevalencia de la constitución, nuestras libertades, nuestro derecho al voto libre, el control del poder a través del Estado de Derecho y del orden constitucional. Es por eso, por lo que no debemos quedarnos a la expectativa, con los brazos cruzados.
El futuro de la democracia está en nuestras manos, las de los ciudadanos libres que no deseamos ser controlados por una sola persona que quede ajena a las leyes y al control de la Constitución.
Le debe quedar claro al gobierno y a los que lo apoyan, no estamos dispuestos a perder nuestros derechos y libertades para que se sometan a la voluntad de una sola persona e ideología.
Carlos Angulo Parra
Analista político. Abogado corporativo. Fue Diputado Federal en la LXII Legislatura del Congreso de la Unión.
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