En un evento marcado por la sorpresa, militantes de diversos partidos se congregaron en Ciudad Juárez para anunciar a Rogelio Loya y Alfonso Murguía como candidatos a la alcaldía.
Ciudad Juárez, Chih. (ADN/Staff) – La tarde de este jueves se convirtió en un punto de inflexión política en Ciudad Juárez, donde el edificio del Partido Acción Nacional (PAN) sirvió de escenario para un anuncio que tomó por sorpresa no solo a los asistentes sino también al espectro político local. Con un auditorio rebosante de entusiasmo, militantes del PAN, junto con representantes de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), se dieron cita para oficializar la candidatura de Rogelio Loya a la alcaldía, teniendo como suplente al pastor Alfonso Murguía.
Este acontecimiento marca un precedente notable en la política de Ciudad Juárez, no solo por la coalición de partidos tradicionalmente considerados como rivales, sino también por la inclusión de un líder comunitario y religioso como figura suplente en la candidatura. La elección de Alfonso Murguía, conocido por su labor pastoral, ha generado diversas reacciones dentro de la comunidad política, especialmente entre los miembros del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quienes asumían que la nominación recaería en uno de sus miembros.
La nominación de Murguía, lejos de ser un simple acto protocolario, simboliza un intento por parte de estos partidos de conectar con sectores más amplios y diversos de la sociedad juarense. La presencia de un líder religioso en la política, especialmente en una posición tan relevante, plantea interrogantes sobre el futuro de la separación entre iglesia y estado en la región, así como sobre las estrategias que los partidos políticos están dispuestos a adoptar para capturar el voto de las comunidades de fe.
La estrategia detrás de esta candidatura conjunta parece buscar un equilibrio entre la experiencia política de Rogelio Loya y la influencia comunitaria de Alfonso Murgía. Este último, a pesar de sus vínculos religiosos, ha sido reconocido por su labor social y su capacidad para movilizar a la comunidad en torno a causas comunes, habilidades que, sin duda, serán puestas a prueba en el ámbito político.
Sin embargo, esta decisión no ha estado exenta de críticas. Sectores dentro del PRI y otros grupos políticos han expresado su descontento, señalando preocupaciones sobre la posible politización de espacios religiosos y la efectividad de una figura predominantemente espiritual en la gestión de asuntos municipales. Estas voces críticas sugieren que la inclusión de Murgía podría ser percibida más como una estrategia electoral que como un compromiso genuino con el bienestar de la ciudadanía.
¿Quieres compartir información o enviar boletines de prensa? ¿Tienes dudas? ¿Necesitas verificar alguna nota?
No dudes en enviarnos un correo
¿Valoras nuestro trabajo? Apóyanos con tu patrocinio.
https://www.adiario.mx/patrocinios/