El viernes pasado, el mundo se pintó de violeta para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Fue un día de reflexión, de protesta y de reivindicación de nuestros derechos y nuestra dignidad. Pero más que eso, fue un día de lucha, una lucha que ha sido sostenida por generaciones de mujeres valientes que han alzado la voz contra la injusticia y la desigualdad.
En este contexto de lucha y resistencia, la Dra. Claudia Sheinbaum dio inicio a su campaña electoral en el Zócalo de la Ciudad de México el pasado viernes 1 de marzo. Su mensaje resonó en lo más profundo de nuestros corazones, porque no solo hablaba de su propia aspiración a convertirse en la primera presidenta mujer de México, sino que también reconocía que esta lucha es colectiva. Al decir “No llego yo, llegan todas”, la Dra. Sheinbaum nos recordó que cada una de nosotras lleva consigo el legado de nuestras ancestras y la esperanza de nuestras hijas.
Las elecciones del próximo 2 de junio serán atípicas, ya que en la contienda se encuentran dos mujeres como candidatas principales de los dos principales partidos políticos. Esto es un hito histórico que no podemos pasar por alto. Y el compromiso de Sheinbaum, es con la causa de todas las mujeres mexicanas.
En su discurso de arranque de campaña, la Dra. Sheinbaum no solo habló de sus propuestas políticas, sino que también se comprometió a luchar por los programas sociales en beneficio de las mujeres. Esto es un compromiso que va más allá de una candidatura política, es un compromiso con la justicia, la igualdad y el bienestar de todas nosotras.
En este Día Internacional de la Mujer, debemos unir nuestras fuerzas y levantar nuestras voces más alto que nunca. Debemos apoyar a aquellas mujeres que están luchando en las calles, en las urnas y en todos los espacios de la sociedad. La candidatura de la Dra. Claudia Sheinbaum es solo un ejemplo más de que juntas somos más fuertes, y juntas podemos lograr un futuro más justo y equitativo para todas las mujeres mexicanas.
Brenda Ríos
Orgullosa Chihuahuense. Amo y respeto la naturaleza. Soy mamá de Alex Benjamin, Austria Camila y esposa de Alex LeBaron. Mi pasión siempre ha sido el servicio público/civil, me inspira luchar por grandes causas que cambien el mundo. Empresaria agrícola y consultora ambiental.