Biden promocionó la propuesta mientras viajaba a New Hampshire para convencer a los estadounidenses de su plan de aumentar los impuestos a los ricos y resaltar sus valores y prioridades para atraer a los votantes en un estado indeciso clave.

Durante una visita a Goffstown, Biden se alineó con su de la semana pasada para mostrar en qué se diferencia de su principal rival, el expresidente Donald Trump. Hablando el lunes en la YMCA, en un centro comunitario administrado por organizaciones benéficas, abordó temas políticamente sensibles: la atención médica y las pensiones para los ancianos.

“Incluso esta mañana, Donald Trump dijo que los recortes a la Seguridad Social y Medicare están sobre la mesa de nuevo”, dijo, y agregó: “Nunca voy a permitir que eso suceda”.

El presupuesto de Biden para el año fiscal, que comienza el 1 de octubre, plantea impuestos marcadamente más altos a las corporaciones y a las personas adineradas y más asistencia para las personas de ingresos bajos y medios para ayudarlos a pagar los altos costos de vivienda y cuidado infantil.

El plan del presidente aumentaría la tasa del impuesto corporativo del 21 % al 28 %, impondría un aumento de la tasa a las personas que ganan más de 400.000 dólares al año y obligaría a aquellos con más de 100 millones en riqueza a pagar al menos un impuesto sobre la renta del 25 %.

“Soy un capitalista, hombre”, dijo Biden el lunes en New Hampshire. “Gane todo el dinero que quiera, simplemente comience a pagar su parte justa de impuestos”.

Al mismo tiempo, Biden quiere aumentar la autoridad del gobierno para negociar con las para reducir el costo de los precios de los medicamentos. En los Estados Unidos, las personas que necesitan surtir recetas médicas a menudo pagan más por sus píldoras que los pacientes en otros países por los mismos medicamentos. También pidió que se restablezca un crédito tributario por hijos para las personas de ingresos bajos y medios que ha caducado.

Funcionarios de presupuesto de la Casa Blanca dicen que la propuesta de gasto reduciría el gasto deficitario anual crónico del gobierno en 3 billones de dólares durante la próxima década, desacelerando pero no deteniendo el crecimiento de la creciente deuda nacional que ha alcanzado los 34,5 billones de dólares.

El presupuesto, dijo Shalanda Young, directora de la Oficina de Administración y Presupuesto de Estados Unidos, tiene el objetivo declarado de “reducir los costos para las familias que hacen crecer la economía desde el centro hacia afuera y de abajo hacia arriba, invirtiendo en todo Estados Unidos para asegurarse de que la clase media tenga una oportunidad justa. Y no dejamos a nadie atrás”, dijo a los periodistas en una llamada el lunes por la mañana.

La partida más importante del presupuesto nacional es la defensa. Pero los funcionarios del sector dicen que las cifras no son tan grandes como parecen. Un importante funcionario de defensa dijo a los periodistas durante el proceso de implementación del presupuesto que “no es un aumento suficiente para cubrir la inflación”.

Biden volvió a pedir más estrictos en la frontera entre Estados Unidos y México y más ayuda para Ucrania, Israel y Taiwán. La financiación de las restricciones fronterizas y la asistencia extranjera está actualmente estancada en un largo debate en el Congreso sobre qué tan duras deberían ser las restricciones migratorias y hasta qué punto Estados Unidos debería continuar financiando a Ucrania en su lucha contra la invasión rusa de dos años.

La propuesta presupuestaria de Biden se hizo eco de algunos de los temas que ofreció en su discurso sobre el Estado de la Unión la semana pasada.