El panorama mundial sobre la violencia ejercida, por lo que implica destacar en el poder, a los países más grandes en extensión territorial y en riqueza económica, es una muestra de que nunca ha disminuido la intención de esclavizar a los más necesitados y vulnerables; sobre todo en las naciones más pobres.
Esclavizar a los marginados con deudas eternas, con trabajos forzados y humillantes, la explotación de niñas y niños, son la nota diaria de los medios de comunicación en todo el mundo. Noticias escandalosas que siempre han existido, pero ante la facilidad de la alta tecnología, que se nos facilita hasta utilizando un teléfono celular, con el que se puede transmitir todo, incluso en vivo desde cualquier parte del mundo, nos enteramos de todo lo que ocurre.
Sin embargo, como todo lo que avanza para progresar, también se utiliza para dañar, de tal manera que el mundo virtual se ha convertido en un sistema de comunicación puntual, así como el mejor sistema para engañar, para atacar y provocar odio entre personas y la sociedad entera. Como ocurre inclusive con el cambio de mentalidad en los últimos veinte años, donde la realidad ya no existe, sino prevalecen las ideologías y falsos conceptos, dañando hasta nuestro lenguaje, que también ha sido objeto de cambios y variaciones que hasta cierto punto contribuyen a la ignorancia.
En México, los medios de comunicación tradicionales que han obtenido concesiones anteriormente y que hoy son licencias para explotar el espacio de transmisión en televisión abierta, así como la radio que nunca pasará de moda, es un ataque constante contra el actual gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador. También en los Estados Unidos el periódico New York Times, curiosamente ha difundido “noticias infundadas” utilizando a periodistas “reconocidos” de las más famosas editoriales que pagan para manipular la política de nuestro país.
Sin el afán de defender al presidente, pero sí para opinar libremente, basta con analizar lo que ocurre también en la unión americana, donde los anglosajones se han apropiado de un nombre que no les corresponde cuando en lugar de identificar a los Estados Unidos de Norteamérica, lo hacen bajo la denominación “América”, soberbia aparte que los distingue y que se afanan de ser una raza pura y que es donde existe mayor población inmigrante. Incluyendo científicos de todas las ramas, por ejemplo, en medicina en los mejores hospitales los médicos son de apellidos latinos, iraquíes, árabes, griegos, italianos, judíos etc.
Tenemos más libertad de expresión en México que en los Estados Unidos. Se comprueba en los noticieros nacionales de ese país ocultan muchas noticias sobre temas como la pederastia, pedofilia, trata de personas, narcotráfico, feminicidios y sobre todo de discriminación racial y odio extremo que les dan licencia para matar. Existe el Ku Klux Klan, los Migrant Hunters y la explotación infantil para trabajos forzados legalizada.
Y si analizamos la violencia como un todo, veremos que México es un país que sufre las consecuencias de la corrupción mundial, porque se ha generado bajo el apoyo criminal de los Estados Unidos, en primera instancia. La venta de armas, explosivos y equipo de alta tecnología para espiar, detectar llamadas, drones, aparatos de comunicación satelital, son parte de lo que el crimen organizado ha logrado, gracias a los capos norteamericanos que las venden además de que son los principales compradores de drogas en ese país. Curiosamente el gobierno norteamericano se ostenta como víctima y no como victimario. Es imposible creer que los presidentes en turno adolecen de información al respecto y sobre todo de la DEA.
La corrupción internacional existe desde la primera potencia de América y la violencia es brutal y despiadada. Son explotadores de inmigrantes por generaciones desde que pisaron el continente americano, trayendo esclavos de raza negra y lo siguen haciendo con todas las razas y nacionalidades. El sueño americano es una falacia bien vendida para seguir atrayendo la mano de obra barata que sostiene la economía de Gringolandia.
Son los principales gestores del aborto y la ideología de género, desintegrando a las familias tradicionales y desapareciendo las buenas costumbres y la moral. En las Naciones Unidas se ventilan estos temas perversos para idiotizar a los jóvenes y mantener el control de sus voluntades. Se han aprovechado de la vulnerabilidad de las personas que están confusas con su sexualidad y realidad social. Nos han invadido de propaganda de la LGBTT+ y se han adueñado de la política internacional. Es importante ubicar quien es quien.
Héctor Molinar Apodaca
Abogado especialista en Gestión de Conflictos y Mediación.
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