En el núcleo de cualquier democracia enérgica y eficaz yace la igualdad de oportunidades y la justicia para todos los ciudadanos. No obstante, el panorama político del estado revela una cruda realidad: el nepotismo y la corrupción persisten como obstáculos insuperables que debilitan estos principios fundamentales. En plena temporada electoral, es importante abordar esta problemática de frente para forjar un Chihuahua justo y transparente.
Para aquellos lectores menos familiarizados con el tema, el nepotismo es una práctica que privilegia a familiares y allegados en puestos de poder y responsabilidad. Es una mancha oscura que ha empañado durante años la credibilidad de nuestras instituciones, extendiéndose desde cargos públicos hasta contratos gubernamentales.
A lo largo de los años, ha sido desafortunadamente común presenciar cómo algunos políticos utilizan su influencia para favorecer a sus seres queridos, familiares o amigos, en detrimento del mérito y la capacidad de aquellos que buscan un lugar con esfuerzo y dedicación.
En este contexto, es esencial abordar también el tema del tráfico de influencias, una práctica estrechamente ligada al nepotismo que debilitan aún más la integridad de nuestras instituciones. Esta práctica no solo perpetúa la desigualdad y la falta de oportunidades, sino que también desgastan la confianza de los ciudadanos en el sistema político. Es aquí donde radica la importancia de que las autoridades judiciales redoblen sus esfuerzos para combatir estas prácticas en todas sus formas. Resulta imperativo imponer medidas efectivas para castigar con energía estos actos de corrupción, pues solo así podremos avanzar hacia un país donde la justicia y la transparencia sean los pilares fundamentales para el progreso y el bienestar de todos los ciudadanos.
Sin embargo, la lucha contra el nepotismo no es únicamente responsabilidad de las autoridades, sino de toda la sociedad. Los insto a comprometernos para edificar un México donde la meritocracia, la justicia y la honestidad sean los pilares sobre los que se sostiene nuestro sistema político actual. Únicamente entonces podremos aspirar a un futuro más próspero y equitativo para todos los mexicanos.
Brenda Ríos
Orgullosa Chihuahuense. Amo y respeto la naturaleza. Soy mamá de Alex Benjamin, Austria Camila y esposa de Alex LeBaron. Mi pasión siempre ha sido el servicio público/civil, me inspira luchar por grandes causas que cambien el mundo. Empresaria agrícola y consultora ambiental.