Daniels testificó durante horas sobre cómo conoció a Trump en un torneo de golf de celebridades en Lake Tahoe, en Nevada, cómo él la invitó a cenar en la suite de su hotel, cómo lo encontró “grosero y arrogante”, cómo discutieron una posible aparición de ella en su reality show ‘Celebrity Apprentice’ y luego terminó en la cama para una breve relación que Trump niega que ocurriera.

El abogado defensor de Trump, Todd Blanche, solicitó la anulación del juicio después de su testimonio, en ocasiones escabroso. Pero el juez de la Corte Suprema de Nueva York Juan Merchán, aunque dijo que habría sido mejor no escuchar parte del relato, negó la solicitud.

El testimonio de Daniels es crucial en la causa de 34 cargos de los fiscales de Nueva York, que acusan a Trump de falsificar registros comerciales en su conglomerado inmobiliario, la Organización Trump, para ocultar un reembolso de 130.000 dólares a su antiguo abogado y mediador político Michael Cohen.

Cohen pagó a Daniels para que silenciara su afirmación de haber tenido relaciones sexuales con Trump, que el republicano supuestamente intentó ocultar a los votantes pocos días antes de las elecciones de hace ocho años.

Daniels, vestida con un traje negro, subió al estrado de los testigos a poca distancia de Trump, aparentemente su primer encuentro desde 2007, cuando ella lo visitó en su oficina comercial de la Torre Trump en Nueva York y él le presentó a las personas que se encontraban allí.

Testificó que tuvieron numerosas conversaciones telefónicas después de su supuesto encuentro sexual con él en 2006 en el resort de golf, cuando ella tenía 27 años y él 60, pero que nunca más tuvieron sexo.

Trump, que rara vez se ve obligado a encontrarse cara a cara con personas que lo acusan de conducta impropia, se sentó a escuchar su testimonio, escuchó atentamente, susurró a sus abogados defensores en varios momentos y, una vez, según los periodistas en la sala del tribunal, aparentemente pronunció una blasfemia en respuesta a una de las afirmaciones de Daniels.

Eso ocurrió mientras Daniels describía su conversación en la suite de su hotel.

Ella dijo que le preguntó: “¿Siempre eres así de grosero? ¿Siempre eres así de arrogante y pomposo? Como si ni siquiera supieras cómo mantener una conversación”.

“Le dije: ‘Alguien debería azotarte’”, agregó. “Entonces enrolló la revista y me retó a hacerlo, así que me la entregó y lo golpeé. Justo en el trasero”.

Después de eso, dijo, el tono de la conversación mejoró.

“Fue mucho más educado”, dijo.

Daniels dijo que le preguntó por su esposa, Melania Trump, con quien se había casado el año anterior, y que él respondió que no se preocupara porque los dos “ni siquiera dormían en la misma habitación”.

Daniels dijo que Trump vestía un pijama de “seda o satén” cuando la saludó por primera vez en la suite del hotel, pero después se cambió y se puso ropa normal a petición suya.

Eso volvió a cambiar, dijo, cuando usó el baño. Cuando regresó, encontró a Trump vestido solo con una camiseta y pantalones cortos.

Pronto tuvieron relaciones sexuales, según el testimonio. Daniels dijo que no recordaba muchos de los detalles posteriores y agregó: “Creo que me desmayé”, pero que no estaba drogada ni borracha.

Además dijo que no recordaba cómo se quitó la ropa, sólo que “estaba mirando al techo. No sabía cómo llegué allí. Estaba tratando de pensar en otra cosa que no fuera cómo llegué allí”.

Daniels dijo que el ahora expresidente no usó condón y que no habían discutido el tema.

“No dije nada en absoluto”. El encuentro fue breve.

Daniels declaró que ella no se opuso en ese momento, pero tampoco lo disfrutó. Dijo que sentía que había un “desequilibrio” en la dinámica de poder entre los dos.

La mujer enfrentará ahora a un interrogatorio por parte de uno de los abogados de Trump.

Trump, ahora presunto candidato presidencial republicano para 2024, ha negado la afirmación de Daniels de haber tenido una aventura y los 34 cargos que enfrenta. Si es declarado culpable, podría ser puesto en libertad condicional o enfrentar hasta cuatro años de prisión.

Los testigos de los fiscales en el juicio, ahora en su cuarta semana, han relatado al jurado de 12 miembros historias de sexo y escándalo, periodismo sensacionalista escabroso de historias inventadas para ayudar a Trump en las elecciones de 2016 o sobornos clandestinos a Daniels y otra mujer, la modelo de Playboy Karen McDougal, para ocultar sus afirmaciones de citas con Trump.

También ha negado la afirmación de McDougal de haber tenido una aventura de 10 meses con él en 2006 y 2007.